El documento discute el sentido teológico del celibato religioso. Explica que el celibato es un carisma que se entiende desde la fe en el Reino de Dios, no racionalmente. También dice que el celibato implica continencia sexual pero no niega la condición sexuada de la persona ni la capacidad de amar desinteresadamente. Finalmente, señala que un celibato integrado es una afirmación de que el placer sexual no es el único sentido de la vida y es un testimonio de amar a los demás sin posesión.