El documento discute la importancia de preservar el patrimonio urbano histórico en el contexto del crecimiento de las ciudades. Señala que el patrimonio urbano material e inmaterial es fundamental para mejorar la habitabilidad y promover el desarrollo económico y social. Sin embargo, el crecimiento urbano no planificado puede erosionar la identidad de las comunidades y el tejido urbano histórico. Por lo tanto, se necesitan políticas que equilibren la conservación con el desarrollo sostenible a corto y largo