Este documento discute la eutanasia desde una perspectiva ética y religiosa. Argumenta que (1) la vida humana es sagrada y los seres humanos no pueden disponer de ella; (2) la eutanasia activa o pasiva viola la ley divina y atenta contra la dignidad humana; y (3) en lugar de la eutanasia, la Iglesia promueve el alivio del sufrimiento a través de cuidados paliativos y el acompañamiento compasivo de los enfermos.