Este documento discute cómo los niños aprenden habilidades matemáticas. Explica que el aprendizaje matemático comienza con experiencias concretas y físicas y progresa hacia la comprensión de conceptos más abstractos a medida que los niños crecen. También señala que las actividades del maestro deben estar planeadas para que los niños descubran por sí mismos los conceptos matemáticos y que los niños necesitan materiales con los que puedan manipular y experimentar para comprender plenamente las matemáticas.

1. ¿cómo aprenden
los niños
las habilidades
matemáticas?

2. • La aritmética es la materia que ha sufrido los cambios más
drásticos en la práctica de la escuela primaria.
• Los docentes deben de tener siempre presente los estudios
realizados por Piaget, en cuanto a las etapas de desarrollo de
los niños pera enseñar las matemáticas correctamente y
lograr que los niños adquieran los aprendizajes esperados.

3. Pensamiento
infantil
Desarrollo
social
Desarrollo
emocional

4. • El proceso de comprensión empieza con la experiencia
directa, física y concreta hasta llegar a la comprensión
de conceptos más abstractos:
Captar el
significado
por etapas
Comprensión
del las
matemáticas

5. • El concepto de número es un símbolo, una
abstracción que el niño no logra comprender; es por
ello que las actividades realizadas por el docente deben ser
planeadas para que el niño descubra su propio
conocimiento.
• Con el tiempo el niño aprende a conservar el significado de
número, pese a la seducción de forma, tamaño o espacio. Esto
se logra a partir de los seis años y medio hasta los ocho años.

6. • Papel y lápiz no bastan para el aprendizaje matemático.
• El primer aprendizaje importante no es el de los
símbolos de números y operaciones, sino el entendimiento
de los conceptos que representan.

7. • Los niños necesitan materiales que los estimulen a
manipular, ordenar, contar, contrastar, construir y reorganizar ya
sea deliberada o accidentalmente.
• El programa de matemáticas como el de lectura, debe ser
individualizado.
• Los niños deben trabajar a su propia velocidad y sin la presión
de tiempo o calificaciones que los lance prematuramente a la
superficialidad y a la prisa, empeoradas por la competencia y la
angustia.