Una conferencia efectiva requiere preparación en cuanto a su estructura, contenido y presentación. Se debe evitar la lectura y en cambio desarrollar los temas de manera dinámica. El conferencista debe controlar su tono de voz, mantener contacto visual con la audiencia y usar lenguaje corporal moderado. Además, es importante conocer las características del público y tratarlos con respeto durante la interacción.