Este documento proporciona información sobre diferentes tipos de conjuntivitis, incluyendo conjuntivitis alérgica, queratoconjuntivitis vernal, conjuntivitis bacteriana, conjuntivitis virales como la causada por adenovirus, herpes simple y molusco contagioso, y conjuntivitis por hongos como Cándida. Describe los síntomas, causas, diagnóstico y tratamiento de cada uno.
22. Tratamiento
Estrategia SAFE Tratamiento por OMS
Dosis única de Azitromicina
20 mg/kg
● Eritromicina 500mg/12 h
● Doxiciclina 100mg/12 h
Tetraciclinas tópicas 1%
23. CONJUNTIVITIS VIRALES
JONATHAN TOTO DIAZ
CONJUNTIVITIS FOLICULAR VIRAL AGUDA
Fiebre faringoconjuntival
Fiebre de 38.3 a 40°C,
Dolor de garganta y conjuntivitis folicular en uno o ambos ojos.
Linfadenopatía preauricular (no dolorosa)
Los folículos son a menudo muy prominentes en la conjuntiva
y en la mucosa faríngea. Puede ser uni o bilateral.
Causada con más frecuencia por el adenovirus tipo 3 y en
ocasiones por los 4 y 7.
Común en niños que en adultos y puede
transmitirse en piscinas mal cloradas.
La conjuntivitis es autolimitada, y como tal, sólo
está indicado tratamiento de sostén, pues el
episodio se resuelve en unos 10 días.
24. Queratoconjuntivitis epidémica
Congestión conjuntival, dolor moderado y lagrimeo.
Es común que por 5 a 14 días se desarrollen también fotofobia,
queratitis epitelial y opacidades epiteliales redondeadas.
El edema de los párpados, quemosis y la hiperemia conjuntival
marcan la fase aguda.
Los folículos y hemorragias subconjuntivales aparecen dentro de
48 horas.
Pueden existir seudomembranas y en ocasiones membranas
verdaderas, seguidas por cicatrices planas o formación de
simblefarón.
Causada por los adenovirus tipos 8, 19, 29 y 37 (subgrupo D
de los adenovirus humanos).
La conjuntivitis por lo general se resuelve en 3 a 4 semanas
cuando mucho.
Tratamiento
Compresas frías y las lágrimas artificiales alivian
algunos síntomas.
Los corticosteroides utilizados durante la
conjuntivitis aguda pueden prolongar la afectación
corneal y deben evitarse cuando sea posible.
Deben administrarse agentes antibacterianos si
ocurre sobreinfección por estos microorganismos.
25. La conjuntivitis por virus del herpes simple
puede persistir por 2 a 3 semanas; si es
seudomembranosa, puede dejar cicatrices
lineales finas o planas.
Aunque el tipo 1 causa la inmensa mayoría de
los casos oculares, el tipo 2 es la causa común
de la conjuntivitis herpética en el recién nacido y
rara vez es el motivo en los adultos.
Conjuntivitis por virus del herpes simple
Caracterizada por congestión unilateral, irritación, exudado mucoso,
dolor y fotofobia ligera.
La córnea muestra lesiones epiteliales discretas que suelen unirse
para formar úlceras epiteliales (dendríticas) únicas o múltiples.
La conjuntivitis es folicular o, con menor frecuencia,
seudomembranosa.
Las vesículas herpéticas pueden aparecer algunas veces sobre los
párpados y sus márgenes, asociadas con edema grave de esas
estructuras.
Es común que haya un pequeño ganglio linfático preauricular
hipersensible.
Diagnostico
Si se usa fijación de Bouin y tinción de Papanicolaou, pueden verse
inclusiones intranucleares (por la marginación de la cromatina) en las
células de la conjuntiva y córnea.
El hallazgo de células epiteliales gigantes multinucleadas tiene valor
diagnóstico.
26. TRATAMIENTO VHS
Cualquier infección por virus del herpes simple en el recién nacido debe tratarse con terapia antiviral sistémica
(aciclovir) y vigilarse en un centro hospitalario.
Si ocurre conjuntivitis en un niño mayor de un año de edad o en un adulto, es por lo general una enfermedad
autolimitada y puede no requerir terapia. Sin embargo, se deben administrar antivirales tópicos o sistémicos, para
prevenir la afectación de la córnea.
Para úlceras corneales, puede hacerse debridación frotando la úlcera con la punta seca de un hisopo, aplicando gotas
antivirales y parchando el ojo por 24 horas. Deben aplicarse antivirales tópicos por 7 a 10 días (p. ej., trifluridina cada 2
horas mientras se esté despierto).
Puede tratarse también la queratitis herpética con ungüento de aciclovir al 3%, cinco veces al día por 10 días, o con
aciclovir oral (400 mg 5 veces al día por 7 días).
Está contraindicado el uso de los corticosteroides, ya que pueden agravar las infecciones herpéticas causando evolución
prolongada.
27. Conjuntivitis por enfermedad de Newcastle
Es un trastorno raro caracterizado por ardor, comezón, dolor,
rubicundez, lagrimeo y (pocas veces) visión borrosa.
El aspecto de la conjuntiva se parece al causado por otros
agentes virales, pues cursa con quemosis, un pequeño ganglio
preauricular y folículos en el párpado superior e inferior.
Ocurre en forma epidémica pequeña entre las personas que
tienen contacto con aves de corral y manejan aves infectadas o
entre los veterinarios y ayudantes de laboratorio que trabajan
con vacunas vivas del virus.
No hay tratamiento disponible ni es necesario para esta
enfermedad autolimitada.
28. Conjuntivitis hemorrágica aguda
Periodo de incubación (8 a 48 horas) y evolución cortos (5 a 7
días).
Los síntomas y signos comunes son dolor, fotofobia, sensación
de cuerpo extraño, lagrimeo abundante, edema palpebral y
hemorragias subconjuntivales.
La mayoría de los pacientes tiene linfadenopatía preauricular,
folículos conjuntivales y queratitis epitelial.
También ocurre algunas veces quemosis.
Las hemorragias subconjuntivales son por lo general difusas
pero pueden ser punteadas; empiezan en la conjuntiva bulbar
superior y se diseminan hacia la inferior.
Es provocada por el enterovirus tipo 70 y a veces por el
coxsackievirus A24.
La recuperación ocurre en 5 a 7 días y no
hay tratamiento conocido.
Aislamiento.
29. CONJUNTIVITIS VIRAL CRÓNICA
Blefaroconjuntivitis por molusco contagioso
Un nódulo molusco en los márgenes palpebrales o la piel de éstos o la ceja puede producir conjuntivitis folicular crónica
unilateral, queratitis superior y paño superior (que se parece al tracoma).
La lesión no inflamatoria redondeada, cerosa, blanca con el centro umbilicado es típica del molusco contagioso.
La escisión o incisión simple del nódulo (permitiendo que lo
permee la sangre periférica) o la crioterapia curan la
conjuntivitis.
En ocasiones muy raras, los nódulos molusco ocurren sobre la
conjuntiva. En estos casos, la escisión del nódulo también alivia
la conjuntivitis.
En pacientes con sida pueden manifestarse lesiones múltiples
de los párpados o la cara.
30. Blefaroconjuntivitis por varicela zoster
Hiperémica e infiltrativa, asociada con la
típica erupción vesicular a lo largo del
dermatomo de la rama oftálmica del nervio
trigémino, es característica del herpes zoster
oftálmico causado por reactivación de la
infección por el virus varicela zoster.
Comúnmente papilar, pero se han notado
folículos, seudomembranas y vesículas
transitorias en etapas tardías que después se
ulceran. Es frecuente la conjuntivitis con
exudado ligero, Las lesiones en el limbo
parecen flicténulas y puede pasar por todas
las etapas de la vesícula, pápula y úlcera.
En las etapas iniciales de la enfermedad
aparece un ganglio linfático preauricular
doloroso.
Son secuelas la cicatrización del párpado,
entropión y la dirección alterada de pestañas
individuales.
31. Tratamiento
La terapia antiviral oral (aciclovir 800 mg orales 5 veces al día, famciclovir 500 mg 3 veces al día o velaciclovir 1 g
3 veces al día, todos por 7 días),
Si se inicia dentro de las 72 horas después de la aparición del sarpullido, reduce la incidencia de complicaciones
oculares aunque no necesariamente de la neuralgia posherpética.
32. Queratoconjuntivitis por sarampión
El enantema característico del sarampión precede con
frecuencia la erupción en la piel.
La conjuntiva puede tener apariencia vidriosa, seguida en unos
pocos días por edema del pliegue semilunar (signo de Meyer).
Días antes de la erupción en la piel, se desarrolla conjuntivitis
con exudado mucopurulento.
Al tiempo de la erupción en la piel, aparecen las manchas de
Koplik en la conjuntiva y en ocasiones en la carúncula.
Ya que no hay terapia específica, sólo están indicadas medidas de
sostén a menos que haya una infección secundaria.
33. CONJUNTIVITIS POR HONGOS
Conjuntivitis por Cándida
Aparece por lo general como una placa
blanquecina.
Puede ocurrir en pacientes diabéticos o
inmunocomprometidos como conjuntivitis
ulcerativa o granulomatosa.
La infección responde a la anfotericina B (3 a 8
mg/ml) en solución acuosa (no salina) o
aplicaciones de crema dermatológica de nistatina
(100 000 U/g) cuatro a seis veces al día.
El ungüento debe aplicarse con cuidado, para
asegurarse de que alcanza el saco de la
conjuntiva y no sólo queda en los márgenes de los
párpados.
34. OTRAS CONJUNTIVITIS POR HONGOS
Sporothrix schenckii puede afectar la conjuntiva
o los párpados. Este agente produce una
enfermedad granulomatosa que se asocia con
un ganglio linfático preauricular visible. El
examen microscópico de una biopsia del
granuloma revela conidias grampositivas en
forma de puro (esporas).
Rhinosporidium seeberi afecta en pocas
ocasiones la conjuntiva, sacos lagrimales,
párpados, canalículos y esclerótica. La lesión
típica que produce es un granuloma polipoide
que sangra con mucha facilidad. El examen
histológico muestra un granuloma con esférulas
grandes que contienen endoesporas. El
tratamiento es por escisión simple y
cauterización de la base.
Coccidioides immitis puede causar raramente
conjuntivitis granulomatosa asociada con un
ganglio preauricular fácilmente visible.
Ésta no es una enfermedad primaria sino una
manifestación de infección metastásica de una
infección primaria del pulmón (fiebre del Valle de
San Joaquín). La enfermedad diseminada tiene
mal pronóstico.
35. CONJUNTIVITIS POR PARÁSITOS
Infección por Thelazia californiensis
El hábitat natural de este gusano redondo es el ojo del
perro, pero también puede infectar los ojos de los
gatos, borregos, osos negros, caballos y venados.
Incluso, ha ocurrido la infección accidental del saco
conjuntival humano.
La enfermedad puede tratarse de forma eficaz
removiendo los gusanos del saco conjuntival con una
pinza o un hisopo.
Infección por Loa loa
L. loa es un gusano ocular de África. Vive en el tejido
conectivo de humanos y monos y este último puede ser su
reservorio. El parásito se transmite por la mordedura del
caballo o picadura de la mosca mango. El gusano maduro
puede migrar al párpado, conjuntiva u órbita.
La infección con L. loa se acompaña por 60 a 80% de
eosinofilia, pero el diagnóstico se logra por identificación
del gusano al momento de la remoción o por el hallazgo
de microfilarias en la sangre examinada al mediodía.
La dietilcarbamazina es el fármaco de elección.
36. Infección por Ascaris lumbricoides (conjuntivitis de
Butcher)
Ocurre una conjuntivitis violenta y tóxica, marcada
por quemosis extrema y edema de los párpados.
El tratamiento consiste en irrigación rápida y
abundante del saco conjuntival.
Infección por Trichinella spiralis
T. spiralis no causa conjuntivitis verdadera, pero en
el curso de su diseminación general puede haber
edema pastoso del párpado inferior y superior.
La quemosis puede durar una semana o más, y a
menudo hay dolor al mover los ojos.
37. CONJUNTIVITIS DEBIDA A ENFERMEDAD AUTOINMUNE
Síndrome de sjögren
(Queratoconjuntivitis seca y xerostomía, respectivamente).
Hiperemia de la conjuntiva bulbar (sobre todo en la
apertura palpebral) y síntomas de irritación, más dolor que
aumenta en la tarde y noche pero está ausente o sólo es
ligero por la mañana.
Empieza a menudo con conjuntivitis leve y exudado
mucoide.
Aparecen lesiones epiteliales manchadas en la córnea, más
prominentes en su mitad inferior, y pueden verse
filamentos.
La capa de lágrimas está disminuida y a menudo contiene
partículas de moco.
Diagnóstico
Infiltración con linfocitos y células plasmáticas de las glándulas
salivales accesorias en una biopsia labial obtenida por medio de
un simple procedimiento quirúrgico. Los resultados de la prueba
de Schirmer son anormales.
El tratamiento debe dirigirse hacia la calidad de la capa de
lágrimas, con lágrimas artificiales.
Eficacia de dosis bajas de preparaciones de corticosteroides sin
conservadores y ciclosporina tópica en el tratamiento del
síndrome de Sjögren.
38. Membrana mucosa penfigoide (cicatricial ocular)
Conjuntivitis crónica inespecífica resistente a la
terapia.
La conjuntivitis conduce a cicatrización progresiva,
obliteración de los fórnices (en especial el inferior),
formación de simbléfaron y entropión.
El paciente se queja de dolor, irritación y visión
borrosa.
La enfermedad inflamatoria activa puede
responder a la dapsona o a la terapia
inmunosupresora convencional.
Las consecuencias secundarias, como deficiencia
de lágrimas, triquiasis y toxicidad ocular, necesitan
ser reconocidas y tratadas de forma adecuada. Por
lo general, la evolución es larga y el pronóstico
malo.
Las biopsias conjuntivales pueden contener
eosinófilos y la membrana basal se tiñe
positivamente con ciertas tinciones
inmunofluorescentes (complemento IgG, IgM e IgA).
39. CONJUNTIVITIS QUÍMICA O IRRITATIVA
CONJUNTIVITIS YATROGÉNICA POR FÁRMACOS APLICADOS VÍA TÓPICA
La aplicación prolongada de medicamentos tópicos como la idoxuridina, brimonidina, apraclonidina y dipivefrina o
conservadores en gotas oculares puede causar conjuntivitis folicular tóxica o conjuntivitis infiltrativa inespecífica
seguida por cicatrización.
El nitrato de plata instilado en el saco conjuntival al momento del nacimiento (profilaxis de Credé) es una causa
frecuente de conjuntivitis química leve.
El tratamiento consiste en suspender el agente agresor y usar gotas neutras o ninguna. A menudo persiste la
reacción conjuntival por semanas o meses después de haber sido eliminada la causa.
40. Conjuntivitis ocupacional por químicos e irritantes
En las quemaduras por ácido, se desnaturalizan las
proteínas tisulares y el efecto es inmediato.
Los álcalis no las desnaturalizan, sino que tienden a
penetrar en los tejidos profunda y rápidamente y
permanecen en el tejido conjuntival.
Es más posible que ocurran adherencias entre la
conjuntiva bulbar y palpebral (simbléfaron) y cicatrización
corneal.
En cualquier caso, los síntomas principales de
quemaduras cáusticas son dolor, congestión, fotofobia y
blefarospasmo.
La irrigación inmediata y abundante del saco
conjuntival con agua o solución salina es de gran
importancia y se debe remover mecánicamente
cualquier objeto sólido.
Uso intensivo de esteroides tópicos, gotas oculares con
ascorbato y citrato, ciclopléjicos, si es necesario
tratamiento contra glaucoma, compresas frías y
analgésicos sistémicos.
La cicatrización de la córnea puede requerir trasplante
y el simbléfaron tal vez necesite reconstrucción de la
conjuntiva.
Las quemaduras graves de la conjuntiva y córnea
tienen mal pronóstico aun con cirugía, pero si se inicia
de inmediato el tratamiento adecuado, puede
minimizarse la cicatrización y mejorar el pronóstico.
41. ENFERMEDADES DEGENERATIVAS DE LA CONJUNTIVA
Pinguéculas
Son muy comunes en los adultos. Los nódulos,
consistentes en tejido hialino y amarillo elástico, rara vez
aumentan su tamaño, pero la inflamación es común.
En general, no se requiere tratamiento, pero en ciertos
casos de pingueculitis pueden administrarse esteroides
tópicos leves (p. ej., prednisolona al 0.12%) o agentes
antiinflamatorios no esteroideos tópicos.
42. Pterigión
Es una invasión carnosa, triangular, de una pinguécula hacia la córnea, por lo
común en el lado nasal, bilateralmente.
Se cree que es un fenómeno irritativo causado por la luz ultravioleta,
desecación y medio ambiental ventoso, ya que es más común en personas que
pasan mucho tiempo en el exterior con sol, polvo o arena.
En la córnea hay reemplazo de la capa de Bowman por tejido hialino y elástico.
Si el terigión aumenta de tamaño e invade el área pupilar, debe removerse
mediante cirugía junto con una porción pequeña de córnea clara superficial más
allá del área de invasión.
Los autoinjertos conjuntivales en combinación con la escisión quirúrgica
reducen el riesgo de recurrencias.
43. TRASTORNOS VARIOS DE LA CONJUNTIVA
Linfangiectasia
Se caracteriza por dilataciones tortuosas conjuntivales pequeñas, localizadas y claras. Son meramente vasos
linfáticos dilatados y no está indicado ningún tratamiento a menos que sean irritantes o cosméticamente
inaceptables. Pueden cauterizarse o resecarse.
44. Linfedema congénito de la conjuntiva
Es una enfermedad muy rara, unilateral o bilateral, que se caracteriza por edema rosáceo y carnoso de la
conjuntiva bulbar. Se observa por lo general como entidad aislada al momento del nacimiento. Se cree que es
causado por un defecto congénito en el drenaje linfático de la conjuntiva.
Ha sido observado en el linfedema hereditario crónico de las extremidades inferiores (enfermedad de Milroy) y se
piensa que se trata de una manifestación ocular de esta enfermedad más que una anormalidad asociada.
45. Cistinosis
Es un trastorno congénito raro del metabolismo de los aminoácidos caracterizado por depósito diseminado
intracelular de cristales de cistina en diversos tejidos del organismo, incluyendo conjuntiva y córnea. Se conocen
tres tipos: de la niñez, adolescente y adulta.
La esperanza de vida está reducida en los primeros dos tipos.
46. Hemorragia subconjuntival
Este trastorno común puede ocurrir de manera
espontánea, por lo general sólo en un ojo, en cualquier
grupo de edad. Su aparición súbita y apariencia roja
brillosa alarman al paciente.
La hemorragia es causada por ruptura de un pequeño
vaso conjuntival, algunas veces precedida por un ataque
de tos o estornudos.
La hemorragia por lo general se reabsorbe en 2 a 3
semanas.
En casos raros, si las hemorragias son bilaterales o
recurrentes, debe descartarse la posibilidad de discrasia
sanguínea.
47. Oftalmía neonatorum
Se refiere a una infección conjuntival, en especial
gonocócica, que se produce por la contaminación
de los ojos del bebé durante su paso a través del
cuello uterino y vagina de la madre o durante el
periodo posparto.
Etiologia
La conjuntivitis neonatal por gonococo causa
ulceración corneal y ceguera si no se trata de
inmediato. La conjuntivitis neonatal por Chlamydia
(blenorrea de inclusión) es menos destructiva y
puede durar meses sin tratarse, pero puede ser
seguida por neumonía. Otras causas incluyen
infecciones por estafilococos, neumococos,
Haemophilus, virus simple del herpes y profilaxis
con nitrato de plata.
El tratamiento de la conjuntivitis neonatal
por gonococo es con 125 mg de ceftriaxona,
como una sola dosis IM.
Como segunda elección está la kanamicina
(75 mg, IM).
Para tratar la conjuntivitis por Chlamydia en
el recién nacido, es efectiva la eritromicina
en suspensión oral en una dosis de 50
mg/kg/día dividida en cuatro partes por 2
semanas. En las conjuntivitis por gonococo y
Chlamydia, debe tratarse a los padres.