La conquista musulmana de la Península Ibérica comenzó en el 711 d.C. debido a la debilidad del Imperio Bizantino y las divisiones internas en la península. Al-Ándalus evolucionó de un emirato dependiente de Damasco a un emirato independiente y luego a un poderoso califato en Córdoba bajo Abd al-Rahman III. Sin embargo, las luchas internas llevaron a la fragmentación en reinos taifas en el siglo XI. Los almorávides y luego los al