La constitución de 1925 en Chile definió un estado laico con separación entre la iglesia y el estado, estableció protecciones sociales mínimas y un régimen presidencialista. Fue promulgada luego de que un grupo de abogados y políticos de confianza la redactara y fuera aprobada por plebiscito, en medio de un contexto de inestabilidad política luego del golpe militar de 1924 que derrocó al presidente Alessandri.