La pintura medieval se desarrolló entre los siglos V y XV y se caracterizó por una discontinuidad con el arte clásico. La pintura bizantina floreció entre los siglos VI y XIII usando mosaicos y miniaturas con figuras rígidas. La pintura gótica emergió alrededor del 1200 adoptando un estilo más naturalista pero aún conservador, destacando pintores como Cimabue y Simone Martini. Estos estilos influyeron en la pintura de diversas regiones de Europa y Oriente durante la Edad Media.