El apio se ha cultivado durante al menos 3,000 años, originariamente en el antiguo Egipto y China. Actualmente es una de las hortalizas de hoja más consumidas mundialmente por sus nutrientes y propiedades medicinales. El apio prefiere climas templados y requiere suelos fértiles y ricos en materia orgánica con buen drenaje. Existen variedades verdes y amarillas que difieren en color y dificultad de cultivo.