La salud mental se define como la capacidad de hacer frente a situaciones estresantes de forma aceptable. Las personas mentalmente sanas pueden realizar actividades diarias, solucionar problemas, establecer metas y adaptarse al cambio. La salud mental se ve influenciada por factores hereditarios, la educación en la infancia y las circunstancias de vida. Un trastorno mental implica comportamientos ineficaces que interfieren en la vida diaria y deterioran el juicio o la percepción de la realidad.