El documento discute los desafíos de la enseñanza y el aprendizaje a distancia en el contexto socio-histórico de la recuperación de la democracia en Argentina. Analiza los modelos conductistas y transmisores que predominaron bajo la dictadura militar y propone enfoques más constructivistas e interactivos que consideren las experiencias y conocimientos previos de los estudiantes. También critica los contenidos de la educación a distancia y la necesidad de una evaluación co-evaluativa.