1. Deterioro laboral en Diagnóstico Maipú
Deterioro del salario
Salario muy bajo. Pérdida del poder adquisitivo por falta de aumentos, por uso discrecional de
incrementos no remunerativos y por discriminación de los colegas bajo licencia, quienes no perciben
ningún tipo de actualización mientras la licencia esté en curso.
Liquidación por debajo de lo que marca la ley. Ofrecen pagar las horas de atención, en días feriados, con
+50%
Deterioro de las condiciones
Maltrato. Como ejemplo se cita una reunión, convocada antes de la pandemia, entre las autoridades y
los profesionales de ecografía para discutir condiciones laborales. La directora sintetizó el resultado del
encuentro en una frase: “a quien no le guste, ahí tiene la puerta”. Después de esto se rompió el diálogo,
la empresa nunca respondió a nuestros requerimientos directos ni indirectos.
Cancelación de agenda. Siempre se pudo cancelar una agenda, total o parcialmente, informándolo
cuatro semanas antes, como mínimo, y sin percibir haberes por esa agenda cancelada. Ya no está
permitido. Solo se puede solicitar si se cumple con una de estas opciones: a) el médico que cancela
consigue un reemplazo, entre los compañeros de trabajo (no externo) o b) el médico que cancela debe
“compensar” las horas no trabajadas. En ambos casos, queda ad referéndum de que sea autorizado el
cambio.
Modificación de agenda. El médico que decidía disminuir su carga horaria de atención, podía hacerlo a
partir del momento que no tuviera citaciones (en la práctica, menos de un mes). Actualmente no se
pueden disminuir las horas semanales, solo se pueden aumentar. Esto limita la libertad laboral
profesional, toda vez que quién consigue un trabajo mejor remunerado, si se superpone con parte de la
atención en Diagnóstico Maipú, no puede aceptarlo. Este es otro ejemplo de maltrato, en tanto pagan
salarios muy bajos e impiden sea compensado con otro trabajo, forzando de esta manera a la renuncia
del profesional, como está sucediendo frecuentemente.
Composición de la agenda. Los estudios a realizar siempre fueron consensuados entre el médico y la
empresa, atento a ciertas variables: subespecialización en distintas áreas del ultrasonido, formación
profesional, experiencia del operador, honorarios que genera el estudio, tiempo que demanda el
estudio, etc. Esos criterios ya no se respetan y sus consecuencias se hacen presente de muchas formas:
caída mayor del salario, frustración profesional, lesiones laborales, riesgo de contagio por
sobreexposición del operador con comorbilidades, etc.
Semana de congreso. Siempre se abonó el lucro cesante de hasta una semana por año, para fines de
capacitación profesional. Como contraprestación, el colega debía preparar un ateneo para presentar los
puntos destacados de la actividad a la cual asistió. Ya no existe esa posibilidad.
2. Ateneos internos. La asistencia a estas actividades, propias de la empresa, era remunerada como una
hora de atención. Finalmente, se dejó de pagar.
Sobreturnos. Siempre el profesional decidió libremente si intercalaba un paciente sin turno. En 2019 la
empresa decidió agregar un sobreturno obligatorio en cada agenda.
Discriminación. Nuestra clasificación como “fuera de convenio” nos priva de beneficios y protección que
gozan otros empleados. Por ejemplo, no se perciben ingresos por antigüedad, no se reconoce la
actividad sindical, se pierden derechos adquiridos (ítems anteriores), no hay un marco regulatorio
específico de la actividad lo cual posibilita que se siga avanzando en la precarización laboral, hasta el
extremo de volver a la modalidad de “contratados” (trabajo a destajo, por prestación de eservicios,
facturando como monotributistas o responsables inscriptos), entre otros ítems.
Tarea administrativa. El ecografista, en Argentina, actúa como operador y médico informante. Atiende
al paciente, redacta el informe y, en ciertos estudios, asesora al médico derivante. Hace años, la
empresa decidió que el ecografista también hiciera el trabajo de data entry, que realizaban las tipistas.
Todo por el mismo salario y en el mismo tiempo. Esto ya no forma parte del reclamo porque algunos
médicos ingresaron con esta modalidad establecida y otros nos resignamos, pero no olvidamos y
tenemos presente que ese fue uno de los primeros pasos de la secuencia de deterioro laboral
profesional. La actitud hostil de la empresa y la postura sumisa de los profesionales explican, en parte, la
situación precaria que vivimos y nos interpela sobre el futuro porque, si nosotros no modificamos el
statu quo, todo va a ser peor.