La maestra Stacey Bess es asignada a una escuela en malas condiciones que alberga a personas sin hogar. Aunque inicialmente está decepcionada, decide mejorar el lugar pintando y limpiando. Esto motiva a los estudiantes. Más tarde, busca ayuda del superintendente escolar, quien provee nuevos materiales para la escuela. La película muestra la importancia de que los maestros promuevan cambios positivos más allá de solo dar clases.