La organización implica establecer una estructura de roles y responsabilidades para asignar tareas a las personas más capacitadas y cumplir los objetivos de manera eficiente. Una buena organización considera factores como la meta, los recursos, el entorno y los líderes. La estructura debe ser específica a cada organización, flexible para cambios y considerar las habilidades humanas. También es importante que la organización promueva el ascenso basado en capacidad, se enfoque en los objetivos generales y asigne claramente la autoridad y responsabilidad.