NERVIO OLFATORIO. PARES CRANEALES. SISTEMA NERVIOSO
dietas en obesidad.pptx
1. INTEGRANTES:
Lurdes De La Cruz Vergara.
Guina Roque Azaña.
Yasmin De La Cruz Chavarría.
Lizeth Giraldo Coral.
Rocío Moreno Melgarejo.
Docente: Lic. Abigail Misnelia Azaña Hueza
2. La obesidad y el sobrepeso se definen como
una acumulación anormal o excesiva de grasa
que puede ser perjudicial para la salud.
La obesidad es uno de los aspectos de la doble
carga de morbilidad por malnutrición;
actualmente hay más personas obesas que
personas con insuficiencia ponderal en todas
las regiones, excepto en el África subsahariana
y Asia.
3.
4. •Sobrepeso (no obesidad), si el IMC es de
25.0 a 29.9
•Obesidad clase 1 (de bajo riesgo), si el
IMC es de 30 a 34.9
•Obesidad clase 2 (riesgo moderado), si el
IMC es de 35 a 39.9
•Obesidad clase 3 (de alto riesgo), si el IMC
es igual o mayor a 40
Los expertos a menudo recurren al IMC para determinar si una persona tiene sobrepeso. El
IMC calcula el nivel de grasa corporal usando la estatura y el peso.
Empezando en 25.0, cuanto más alto es su IMC, mayor es su riesgo de presentar problemas
de salud relacionados con la obesidad. Estos rangos de IMC se usan para describir niveles de
riesgo:
5. La dieta es una pieza clave en el desarrollo
de la obesidad y de las enfermedades
secundarias. Los datos epidemiológicos
indican además que una mala dieta puede
llegar a producir enfermedades secundarias
en individuos que no son obesos por lo que
es muy importante evitar en lo posible el
consumo de azúcares libres y de grasas
saturadas y reducir el de carnes rojas.
6. Se debe de reducir la cantidad de
alimentos, pero también modificar los
alimentos que consumimos. La dieta
debe basarse en frutas y verduras y
acompañarla de cereales integrales,
lácteos bajos en grasa, pescado,
legumbres y frutos secos. Eliminar de
manera drástica las bebidas azucaradas,
los dulces, las comidas procesadas y el
consumo de alcohol.
7. Aunque existen influencias
genéticas,conductuales,metabólicas y
hormonales en el peso corporal, la
obesidad ocurre cuando se ingieren más
calorías de las que se queman con las
actividades diarias normales y el ejercicio.
El cuerpo almacena ese exceso de
calorías en forma de grasa.
8. Es más probable que las personas con obesidad desarrollen
diversos problemas de salud potencialmente graves, tales como:
Enfermedad cardíaca y
accidentes
cerebrovasculares.
Diabetes tipo 2.
Ciertos cánceres.
Problemas digestivos.
Apnea del sueño.
Artrosis
Síntomas graves de la COVID-19.
9. Además, puede dar lugar a complicaciones metabólicas como la
diabetes mellitus, aumento de triglicéridos, colesterol y ácido
úrico, lo que favorece las crisis de gota.
También disminuye la tolerancia al esfuerzo.
Las complicaciones articulares, especialmente en caderas y rodillas, limitan la
actividad física.
Favorece la aparición de hipertensión arterial y supone un factor de riesgo vascular
para el desarrollo de insuficiencia coronaria y de accidentes vasculares cerebrales.
El cansancio y la dificultad para el desarrollo de tareas cotidianas
son limitaciones frecuentes inducidas por la obesidad.
10. Una persona obesa debe cambiar
tanto su alimentación como sus
hábitos de vida. Hay que intentar
que este cambio sea estructural y
mantenido en el tiempo.
Hay que ser consciente de que
en una persona obesa
los mecanismos que controlan
el hambre están alterados, por
lo que la mayoría de las
personas con obesidad tiene
mucha hambre. Por tanto, hay
que intentar que su comida
sea rica en fibra y baja en
calorías.
Es esencial evitar los
productos ultraprocesados,
los dulces, los zumos y bebidas
azucaradas.
Hay que intentar adaptar el
ejercicio al paciente,
empezando por un ejercicio
moderado e ir aumentando
a medida que el paciente
pierda peso y con ello
aumente su capacidad para
realizar ejercicio.
11. La obesidad es un problema de salud a nivel mundial. Se necesita
una mayor concienciación para mejorar el estilo de vida de la población y
promocionar una alimentación saludable y el ejercicio físico.
Hay que desterrar el mito de que el obeso es porque quiere, como en
cualquier otra enfermedad, hay muchos factores que pueden ser
responsables de su aparición, tanto de estilos de vida como genéticos.
Además, una vez instaurada la obesidad nuestro organismo lucha por
mantenerla con lo que eliminarla es sumamente complicado.
En la actualidad se están estudiando los mecanismos por los que la
obesidad transforma la funcionalidad de los órganos, se perpetúa y, a la vez,
provoca enfermedades secundarias.