El documento discute los desafíos de lograr una educación inclusiva que no discrimine. Señala que la sociedad asigna un lugar de exclusión a las personas con discapacidad y que es necesario cambiar esta perspectiva patologizante. Propone abordar el tema desde una mirada dinámica y global que trascienda las categorizaciones y promueva la igualdad de oportunidades. También resalta la importancia de transformar el sistema educativo para que sea más flexible e inclusivo con todos los estudiantes.