El documento trata sobre la importancia de ofrecer una educación de calidad e inclusiva que considere la diversidad de identidades y necesidades de las personas. Propone promover mecanismos de concertación entre el gobierno y la sociedad civil para debatir políticas educativas y abordar las causas de desigualdad dentro y fuera de los sistemas educativos, asignando recursos adicionales a estudiantes en riesgo de exclusión para que puedan aprovechar las oportunidades educativas en igualdad de condiciones.