2. La educación
bancaria
Desde el despuntar republicano que emergió con las
independencias a inicios del siglo XIX y la subsiguiente instalación
del Estado liberal-ilustrado de la Europa de las luces, nuestra
América quedó inscrita en el paradigma científico del “locus
occidental del saber”
Edificar la “ciudad letrada” demandaba en beneficio del interés
público, darle cumplimiento obligatorio a la creación y difusión de
escuelas para propagar la moral y las luces entre los cuerpos
ciudadanos.
Se trataba de construir las subjetividades ciudadanas erradicando
“las prácticas viciosas del habla popular”, mediante reglas de
enseñanza regidas por el control, docilización y el sometimiento
disciplinado a este patrón de la superioridad racial, cultural,
religiosa, lingüística y científica.
3. La educación
popular
La Educación Popular constituye desde ese momento una toma de
posición explícita. Los espacios educativos que se desarrollan en el
movimiento serán pensados desde la pedagogía de la liberación.
alfabetizarse con lecturas geopolíticas, económicas, sociales,
culturales, y de valores”, la necesidad de dar una “batalla
contracultural por las visiones del mundo y la pretensión de
consolidar prácticas cotidianas que reproduzcan una sociedad
solidaria, la autonomía, la horizontalidad y la
promoción permanente de la participación
Se pronuncia por la soberanía entendida como el derecho del
pueblo a sus reivindicaciones, en cuanto a su existencia y su
capacidad de mostrar sus dones ante el mundo y la negativa de
disociar la cultura, la identidad y el poder de la tierra y su acción
sobre ella.
4. Educación
descolonizadora
y liberadora
Nos referimos, además de la pedagogía de la liberación y la
educación
popular, a la tradición gramsciana y a lo que denominamos
pedagogías descolonizadoras. Debemos entender que, además,
esta confluencia se encuentra con una perspectiva descolonial a la
que vamos a denominar descolonizadora. Estas tres perspectivas
están articuladas, a nuestro modo de ver, por la primera de ellas,
por la pedagogía de la liberación, por la tradición freireana: Freire
elabora la Pedagogía del Oprimido en un momento histórico de
producción intelectual y política en América Latina, de resistencia
al poder hegemónico expresada en términos del par
liberación/dependencia, dando cuenta de la necesidad de
liberación de la dependencia de los países centrales que expresan
la continuidad de lo que hoy podemos plantear como
colonización/colonialidad
5. La pedagogía
de la liberación
Realiza una fuerte crítica a la educación moderna, no en desmedro
de toda la educación. Freire produjo y propuso alternativas
concretas e instaló una ruptura epistemológica con el sujeto
pedagógico de la modernidad. Hay en este cuestionamiento una
crítica hacia el modelo ilustrado, positivista, y por lo tanto
colonial.
en la Pedagogía de la liberación, nos referimos a que
asume una perspectiva en la que lo educativo es profundamente
político:
implica el reconocimiento de situaciones de injusticia, opresión,
colonización y subalternada de los sujetos para construir un
proceso de concientización y de cambio de una realidad que nos
hará libres de la opresión y encasillamiento del conocimiento que
no es practico y verdadero.
7. la educación permite al hombre superar el sentido común,
es decir, transitar de la realidad sensible a la realidad inteligible.
Dicho de otra manera, transitar de lo aparente a lo verdadero,
pues el verdadero conocimiento versa sobre lo inteligible, no sobre lo sensible.
Platón.