El documento argumenta que tanto mujeres como hombres tienen los mismos derechos y capacidades para desempeñar cualquier trabajo. Rechaza la idea de que los hombres son superiores a las mujeres y afirma que ambos géneros pueden desarrollar sus capacidades según sus propios intereses. También sugiere que la vanidad a menudo conduce a la superficialidad y que las personas vanidosas deberían mirarse a sí mismas en el espejo en lugar de enfocarse solo en los defectos de los demás.