Este documento describe los beneficios fisiológicos de la actividad física para la salud integral. La actividad física reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y cáncer. También mejora los niveles de lípidos, la digestión, el peso corporal, la fuerza muscular y la densidad ósea. La salud integral implica el bienestar físico, mental y social que permite una adaptación armoniosa del ser humano a su entorno.