El comercio mundial crece al 3% y el mundo sigue globalizado, con la Argentina casi ausente.
1. Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 201516
Preparando el aterrizaje
argentino en el comercio
mundial
La Argentina deberá reinsertarse en el comercio mundial en una etapa de bajo crecimiento
internacional. El diagnóstico del escenario actual es importante para el diseño de políticas
que acompañen al sector privado en ese proceso. Por el momento,hay mucha incertidumbre
sobre una mejora sustantiva y los factores geopolíticos complican, aún más, el despegue
mundial.
*Economistas de FIEL
Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 201516
por Marcela Cristini y Guillermo Bermudez*
Sector externo
2. 17Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 2015 17
Sector externo
En segundo lugar, la Unión Europea, los Estados Unidos
y China han mantenido su importancia en el comercio
mundial con una participación del 40-45% que, en con-
junto, se proyecta similar para los próximos años. Segu-
ramente, y a pesar de su menor crecimiento, China au-
mentará su participación en el Producto y en el comercio
mundial, mientras que EE.UU y la Unión Europea cederán
una parte de su importancia. La complementación tácita
entre la expansión monetaria y de consumo de los Esta-
dos Unidos y las exportaciones y el financiamiento chino
a ese país, fue un signo distintivo de la etapa de auge
comercial de los 2000, que tenderá a reformularse en
el nuevo escenario. Un aspecto a destacar es que China
lleva adelante una importante política de inversión en el
exterior que obedece sobre todo a la necesidad de equi-
librar su cuenta corriente. La tendencia al deterioro de
la cuenta corriente china se debe, no sólo a las menores
exportaciones, sino también al pago de los retornos a las
inversiones extranjeras pasadas que son mayores al re-
torno que China recibe por sus reservas. Esta necesidad
económica de corrección del desempeño financiero ex-
terno tiene un correlato geopolítico importante, ya que
las autoridades chinas recorren el mundo en desarrollo
ofreciendo financiamiento para inversiones en una escala
creciente.
En el otro extremo, los países en desarrollo explican más
de un 50% del Producto y fueron ganando participación
decisiva en el comercio mundial, pero constituyen un am-
plio número de economías pequeñas en términos interna-
cionales (alrededor de 160), y por lo mismo, sujetas a los
ciclos internacionales. Entre las regiones en desarrollo,
América Latina ha sido la más afectada por los cambios
mundiales. Sus exportaciones en valor crecieron un 0,8%
en 2014 después de caer un 0, 2 % en 2013, mientras que
el valor de las importaciones habría caído en torno al
0,6%, después aumentar un 3,0% en 2013. En términos de
volumen, la región se habría movido dentro del promedio
mundial.
Por último, el fortalecimiento del dólar; el ajuste de
China y otras economías emergentes que ahora crecen
15,7
17,0
16,0
15,4
15,8
14,3
14,7
12,3
12,5
12,7
14,8
10,00
11,00
12,00
13,00
14,00
15,00
16,00
17,00
18,00
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014
Gráfico 1. Argentina: Evolución del Coeficiente de Apertura
Comercio de Mercancias
% del PBI Base 2004
Fuente: FIEL en base a INDEC
L
a Argentina y el Merco-
sur son economías rela-
tivamente cerradas al
mundo del comercio inter-
nacional. Aunque la partici-
pación del promedio de las
exportaciones e importacio-
nes sobre el PBI de nuestro
país creció luego de la crisis
local del 2001-02, esta aper-
tura nunca logró afianzarse
y crecer como, en cambio,
sí ocurrió en otros países en
desarrollo de la región. Por el
contrario, nuestra exposición
comercial al mundo se ha ido
reduciendo significativamen-
te en la última década (ver
Gráfico 1).
Este achicamiento comercial
es, sin duda, uno más de los
efectos negativos de una po-
lítica económica caracteriza-
da por hacer frente a fuertes
desajustes macroeconómicos con medidas directas basa-
das en controles y en la administración cortoplacista de
los desequilibrios. Por lo mismo, una revisión de la políti-
ca económica en el próximo turno de gobierno conllevará
el aumento tanto las exportaciones como las importacio-
nes. Cabe preguntarse entonces, ¿cómo nos recibirá el
mundo del comercio internacional y cuáles serán los ins-
trumentos de una política de reinserción comercial para
nuestro país?
En esta nota se presenta un panorama de lo que ocurre y,
probablemente, ocurrirá en el mundo del comercio mun-
dial, dejando para una próxima nota la discusión sobre
las reformas necesarias de nuestra política comercial.
En primer lugar, las proyecciones sobre el crecimiento
del comercio en volumen indican que en 2015 el comer-
cio crecería un 3,3% y en 2016 lo haría un 4,0%. Estos
valores son mayores que el 2,8% de 2014 pero todavía
están por debajo del promedio 1990-2014 que fue del
5,1%. Estos aumentos moderados están muy influidos por
el ajuste externo que vienen haciendo los países expor-
tadores de recursos naturales que, por la caída de sus
exportaciones, han reducido también sus importaciones.
En contraste, el resto de las economías en desarrollo (en
Asia y Europa del Este) han continuado su crecimiento
comercial a tasas un poco superiores a las de los países
desarrollados. Su desempeño atestigua que las Cadenas
Globales de Valor (CGVs) han reducido su volumen pero
no han perdido su vigencia.
Esta dinámica modesta del comercio internacional sugie-
re que la crisis de 2008-09 se ha ido superando, con los
principales países “deslizándose” lentamente fuera de
ella. Esto se debe, en gran parte, a la cautela de los
consumidores que han ahorrado una buena porción de los
“impulsos” generados desde los gobiernos con sus políti-
cas keynesianas. No obstante, esa dinámica ha resultado
suficiente para mantener el efecto de la “globalización”
comercial: en promedio, el mundo ha visto crecer el co-
mercio a la par del producto, a pesar de la crisis.
3. Indicadores de Coyuntura Nº 565, junio de 201518
a tasas más bajas; la muy lenta recuperación europea
(principal exportador mundial) y las incertidumbres que
provienen de los mercados financieros, aún en proceso
de rebalanceo, sugieren que las exportaciones e impor-
taciones mundiales enfrentan más riesgos que oportuni-
dades de crecimiento.
Atendiendo a este panorama, se podría pensar que la
respuesta natural de los principales organismos multila-
terales vinculados al comercio se orientaría a buscar me-
canismos para apuntalar la recuperación y conjurar, o al
menos morigerar, los riesgos de disrupción de la tenden-
cia positiva. En el curso de este año, la OMC tiene progra-
mada una conferencia ministerial en Kenya en diciembre
y el G-20 tendrá un Summit de líderes en noviembre en
Turquía. Un repaso de los temas que se han ido tratando
en estos organismos a lo largo del año, muestra que entre
los negociadores no aparece ninguna voluntad “épica” de
actuar, como la que orientó la finalización de la Ronda
Uruguay en los 90 en la OMC ó la que signó el control
del proteccionismo en el G-20 en las postrimerías de la
crisis financiera internacional. Ambos organismos, juntos
con la OECD y la UNCTAD han cumplido un rol en la con-
tención de daños frente a la
crisis, pero han encontrado
poca tierra fértil para avan-
zar en los cambios necesa-
rios para relanzar el comer-
cio y el crecimiento. Quizás
el único aspecto alentador
de las agendas es su énfasis
en promover las inversiones
internacionales.
En cuanto al control de daños, debe tenerse en cuenta
que entre 1994 y 2014, la OMC dedicó gran parte de su
esfuerzo, como jurisdicción internacional en la solución
de conflictos comerciales, a resolver los problemas que
surgen de la aplicación de medidas de remediación del
comercio (antidumping, subsidios y medidas compensa-
torias). A la vez, luego de 2008, como ya se comentara,
los países del G-20 se comprometieron a evitar la proli-
feración de medidas restrictivas del comercio. El último
informe sobre la imposición de nuevas medidas indica
que desde 2010 las medidas netas impuestas crecieron
de 324 a 962 (los países aumentaron pero también re-
movieron barreras comerciales). Este crecimiento, afor-
tunadamente, no ha generado un aumento paralelo en
el valor del comercio afectado, que corresponde al 4,1%
del comercio mundial y se concentra en mercaderías sen-
sibles de la industria (metales, maquinaria eléctrica y
combustibles).
Con respecto a la falta de consenso para facilitar la recu-
peración, hay dos aspectos que podrían sumar a la expli-
cación. Por una parte, varios aspectos geopolíticos están
dificultando la construcción de consensos entre los países
líderes. Por otra, hay varios interrogantes abiertos sobre
el funcionamiento de la economía mundial luego de la
crisis que siguen generando incertidumbre.
Con respecto a la geopolítica, la crisis de Ucrania ha ge-
nerado sanciones comerciales a Rusia de parte de sus in-
terlocutores en el G-8, bloqueando el diálogo. A la vez,
sector externo
el desorden en el mundo islámico ha desbordado hacia el
resto del mundo, afectando particularmente a la coali-
ción histórica de Occidente. A los problemas de seguridad
internacional de larga data se han sumado los problemas
humanitarios de las migraciones masivas hacia Europa.
Por último, en cuanto a los interrogantes que abrió la
crisis internacional y que crean incertidumbre para el co-
mercio y las inversiones internacionales directas, cabe
listar los siguientes:
- Con la desaceleración de China, los países caracteri-
zados por una estrategia “export-led”, podrían tener
que revisar sus decisiones si es que desean mantener
su tasa de crecimiento.
- Con la caída de los precios internacionales de las
commodities, los países exportadores de alimentos
deberían reconocer que han vuelto a la rentabilidad
normal del negocio agroindustrial y buscar activar los
mecanismos de mejora de su productividad. El inte-
rrogante para aquellos países que han operado ade-
cuadamente, ahorrando o invirtiendo en la bonanza,
es sobre el conjunto de
políticas eficaces para
lograr esa mejora. Al-
gunos países como la
Argentina o Venezuela
enfrentan, por el contra-
rio, un cúmulo de costo-
sas adecuaciones previas
para poder llegar a esa
instancia.
- Con la caída del precio del petróleo y la expansión
de la oferta de combustibles no convencionales de
los Estados Unidos, se modificarían los patrones de
oferta y demanda mundiales por los cambios en el
poder de compra, pero sobre todo por los cambios en
los costos.
- Con el recrudecimiento de problemas geopolíticos que
habían estado casi ausentes del escenario de los 2000,
parecería más difícil avanzar en los mega-acuerdos
comerciales que entusiasmaron a varios países líderes
en la post-crisis de 2008, como el acuerdo Transpa-
cífico o el Transatlántico. Los analistas no coinciden
en sus probables efectos para el resto del mundo, y
algunos, por ejemplo, hablan de un efecto de “des-
vío inverso del comercio”, que podría beneficiar a los
países proveedores a través de la uniformización de
normas, aún cuando no ingresaran a los acuerdos. En
cambio, sí hay coincidencia en aconsejar cautela en
el avance de las negociaciones para evitar coaliciones
cerradas que pongan en riesgo los intereses de países
como China o Rusia.
Como se ve, el mundo del comercio internacional se ha
vuelto mucho más complejo y menos exuberante en tér-
minos de crecimiento. La Argentina es un país pequeño
en ese entorno, y siempre podrá encontrar un espacio
para su inserción. Sin embargo, esta vez se requerirá,
más que en el pasado, que el gobierno acompañe con
acciones adecuadas a su sector privado.
“...una revisión de la política económica
en el próximo turno de gobierno
conllevará el aumento tanto las
exportaciones como las importaciones.”