Los corrales de comedias eran patios interiores donde se representaban obras de teatro en España. Carecían de techo y contaban con un escenario elevado y varios niveles para los personajes. El público se distribuía en diferentes zonas como el patio central, los aposentos y los desvanes según su clase social. No había decorados ni maquinaria compleja, sólo se usaban efectos simples. Con el tiempo fueron ampliándose y surgieron en otras ciudades españolas, además de los teatros palaciegos para la realeza.