1. INSTITUCIÓN EDUCATIVA INEM JORGE ISAACS DE CALI
AÑO LECTIVO 2015
Campo de formación: Desarrollo humano y social
Área: Ciencias sociales / Ciencias económicas y políticas
Grado:
Estudiante:
Docente: Sísifo Raskólnikov
EL CUERPO Y LA EDUCACIÓN
Que se aprendiese a despreciar los instintos primerísimos de la vida; que se fingiese
mentirosamente un “alma”, un “espíritu”, para arruinar el cuerpo; que se aprendiese a
ver una cosa impura en el presupuesto de la vida, en la sexualidad. Friedrich Nietzsche.
Nadie sabe lo que puede un cuerpo: en contra de todo lo predicado por San Pablo y sus
secuaces, el cuerpo no es una cárcel sino un límite de carne y sangre abierto a la
experiencia soberana de la libertad en la que el temblor angustioso de lo íntimo se une a
la fuerza desbordante de la materia. Michel Onfray.
La noche está danzando sobre la piel del arco iris. Ven a poner tu silencioso rostro del
lado de este instante. Ven a existir conmigo sin tiempo y sin materia, más allá de la
muerte. Ven a asomarte al otro lado de los astros taciturnos que nos llaman. Deja tus
huesos del lado de los vivos y ven a embriagarte de esta eternidad sin tiempo donde
están las otras puertas que aguardan tu llegada. Ven, que todo es ilusorio. Sólo aquí
está la música exacta de tu sombra. Ven a la movediza intensidad de esta pregunta que
te hiere y que te busca. Ven a la difusa luz de este último crepúsculo. Pues yo soy el que
te ama. Víctor Paz Otero.
¿Puede la educación libertar al individuo sin que convoque la emergencia del cuerpo?
¿Por qué el cuerpo pareciera estar ausente cuando se habla de educación? ¿Por qué el
cuerpo no puede ser ese espacio donde converja la libertad y la autonomía?
Cuando el estudiante ingresa al salón de clases es como si dejara en la puerta su cuerpo,
como si arrumara todas las tensiones y emociones, deseos y goces, y sólo penetrara un
ser vacío y sin estremecimientos. En cambio, cuando sale del claustro se inviste
recuperando de nuevo lo que realmente es. Nos han enseñado a desposeernos del
cuerpo vital para reemplazarlo por un cuerpo obediente que asienta todas las normas,
un cuerpo disciplinado para poder amaestrarlo, un cuerpo reprimido para violentarlo.
Cuando un cuerpo es fragmentado, suele ocurrir que se convierte en algo que debe ser
superado, dejado como un impedimento, como si llevase un germen del mal que se
tiene que extirpar, como si la vida tuviese que arrastrar un muñón perecedero. El
2. platonismo quiso escapar a su tentación y convirtió el mundo y el cuerpo en una
caverna, donde el pensamiento es la única solución. El cristianismo ha despreciado el
cuerpo como una anomalía, como un pecado, como una podredumbre, al considerar el
alma como lo cercano a lo divino por su condición de inmortalidad. Para someter a
alguien es necesario trasegar su cuerpo.
La educación pareciera empeñadaen el arte de extenuar nuestros prestigios interiores,
socavar nuestros cimientos instintivos, cuartear nuestras vísceras atónitas. Cuando el
intelecto se aísla de las raíces del cuerpo, se despoja del vínculo, de la matriz, empieza a
enarbolar el vuelo en la pura abstracción.
La enorme tarea de un maestro consiste en deshojar, breve, las antiguas cortezas que
cubrían el cuerpo, despojarlo de sus envolturas que guardaban sensaciones asfixiadas,
desinhibirlo de todo fardo sedimentadode agudas represiones, abrirlo hacia una tenue
desnudez imprecisa sugiriendo la trémula avidez, desmitificarlo de sus círculos de
domesticaciones desde una mirada que invita a la transgresión.
Inaugurar el ritual que inviste al cuerpo de otro significado, de gestos inesperados, de
posturas aleatorias, de movimientos alterados, de relaciones sospechosas, de signos
imprevistos. Ingresar a este amado espacio de presagios como fantasía que volcara el
desorden atizado, la anarquía estimulante, la subversiva caricia.
Toda prohibición es del orden del verbo; toda resurrección es intuición alada del cuerpo.
La verdadera unción entre el cuerpo y la educación estriba en la inteligencia sensual. No
lo separa como entidades absolutas, sino que a cada pensamiento se añade la
carnalidad, a cada razonamiento se agrega la estela de los sentidos. Un individuo
educado es aquel que está afectado desde las raíces, aquel que asume el saber sin hacer
a un lado la argamasa de sus pasiones. “Hay que empezar por desatarnos de prejuicios
frente al cuerpo. Aprovecharsu belleza. Siempre que hablamos del cuerpo es porque es
algo precioso y revelador. Pero, además del cuerpo, es necesario también hablarlocomo
el ser y la individualidad. Destapar la posesión del cuerpo y las limitaciones dejándonos
llevar por el placer y la libertad. Así como agregar la importancia del pensamiento
autónomo. Algo con lo que no estoy de acuerdo con las clases es que nos obligan a
aprender, pero no a pensar, ni a deducir. Eso es terrible”. (Katherine Salguero)
Educar es asistir a la incertidumbre de un cuerpo que se resiste a la obediencia de la
disciplina, a la alienación de un conocimiento disecado, al sometimiento de una moral
castradora. Educar es provocar una crisis en el sujeto para que le anuncie la emergencia
de una carnalidad sensitiva y pensante.
De un escolar inemita amo sus verdades de temperamento, la obsesión de sus taras, la
intransigencia de sus locuras, la desbordada espesura de su sexualidad.
En cambio, detesto su tibia obediencia, la manera de repantigarse en el conocimiento
estéril, su silencio cómplice ante la mediocridad, su ausencia de rebeldía contra sí
mismo. La educación -ajena al lirismo-, nos ha legado un saber insípido, un sujeto
adocenado, un cuerpo mutilado...