El documento describe dos tipos de juego para niños: el juego dramático, en el que los niños asumen roles de personajes u objetos para explorar nuevas ideas y experiencias, y el juego espontáneo, que surge de procesos internos del niño y no está condicionado por adultos. Recomienda que los niños se involucren en el juego dramático y espontáneo para que puedan expresar lo que experimentan, sus inquietudes y miedos.