El documento discute el idioma original del Nuevo Testamento y el nombre del Mesías. Argumenta que el Nuevo Testamento se escribió originalmente en hebreo, no en griego, y que el nombre original del Mesías en hebreo era Yeshúa, no Jesús. Señala que Yeshúa significa "Salvador" o "Yahweh es Salvación" y que cuando se traduce este nombre al griego como Jesús, se pierde su significado y las promesas asociadas con él. Concluye que aunque se han hecho milagros usando el nombre