Este documento describe el nuevo paradigma educativo basado en competencias propuesto por organismos internacionales. Explica que la evaluación ya no debe centrarse sólo en los conocimientos, sino también en las habilidades y actitudes. Debe ser un proceso formativo que retroalimente el aprendizaje. El autor concluye que los docentes necesitan más capacitación para aplicar este enfoque basado en competencias y la evaluación auténtica a través de herramientas como rubricas.