El documento resume los diferentes rituales y procesos asociados con la muerte en diferentes culturas y sociedades. Explica que la muerte es uno de los fenómenos más complejos a los que se enfrenta el ser humano y que cada cultura tiene sus propias tradiciones para lidiar con ella. Describe algunos de los pasos comunes en el proceso funerario como el velorio, entierro o cremación, y cómo las personas expresan su dolor. Finalmente, discute la importancia de los rituales para recordar a los muertos y aceptar la mortalidad human
1. INSTITUTO TECNOLOGICO
DE CELAYA
INGENIERÍA BIOQUÍMICA
FUNDAMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN
EL PASO DE LA MUERTE
PRESENTA:
HERRERA GARCÍA PAOLA
CELAYA, GTO., NOVIEMBRE DEL 2011
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2. EL PASO DE LA MUERTE
La muerte sin duda uno de los fenómenosmás complejos y dinámicos con
que el ser humano se ha enfrentado desde, como especie y ha tomado
conciencia de ella. La especie humana es la única del planeta que hace
rituales funerarios, que cree en la supervivencia y en la resurrección de los
muertos. Todos los seres humanos tenemos un sentimiento de tristeza y de
temor hacia la muerte. Y cada cultura la manifiesta diferente.
Una cosa que tenemos segura, en eta vida es que alguien momento vamos
a morir, por lo tanto dejaremos de existir y todo terminara para cada uno de
nosotros. ¿Cómo, cuándo y dónde? Sucederá, es una de las preguntas que
a diario nos preguntamos, pero llegado ese día nuestros seres queridos y
personas que nos rodean sabrán que hacer y cómo hacer, para despedirnos
de este mundo, donde colocar nuestros restos, que rituales harán para que
podamos llegar a nuestro destino deseado. Al menos en nuestro país se
empieza por una ruta crítica, se empieza por una acta de defunción, cobrar
los seguros de vida para poder pagar los gastos funerarios, colocar
anuncios fuera de la casa para avisar a las personas que desee acompañar
al difunto, llamadas a familiares que se tengan fuera del país, del estado o
cuidad en donde se encuentra, velarlo es otro paso muy importante ya que
aquí es donde los dejan por lo regular un día a la vista de las personas,
para que ellas puedan despedirse y darles el ultimo adiós, es una de las
etapas más dolorosas. Lo que sigue del proceso es buscar que van a hacer
con los restos, enterrarlos o cremarlos, las personas involucrados
manifiestan su luto de distintas maneras. En la parte superficial muchos
tienden a vestirse de un color obscuro durante este proceso, aunque estas
costumbres con el paso del tiempo ha ido cambiando, el luto que se siente
por el ser querido que se ha ido, ese sentimiento nunca cambiará por lo que
la pérdida es superior a cualquier moda o cultura que se tenga.
El significado de la muerte se define socialmente, y la naturaleza de los
rituales funerarios, del duelo y el luto reflejan la influencia del contexto social
en donde ocurre. Así, diferentes culturas manejan el problema de diferente
manera, las pequeñas diferencias serán impuestas por el muy personal
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3. concepto de muerte de cada uno. Por otra parte, el tipo de muerte (buena o
mala) se corresponde también con un estilo funerario particular.
Entre los pueblos primitivos, la muerte constituía una seria amenaza a la
cohesión y, por lo tanto, a la supervivencia de todo el grupo, esta podía
desencadenar una explosión de temor y variadas expresiones irracionales
de defensa. La solidaridad del grupo se salvaba entonces haciendo de este
acontecimiento natural un rito social. Así, la muerte de un miembro de un
grupo se transformaba en una ocasión para una celebración excepcional: de
esta forma la muerte pone en marcha una serie de obligaciones sociales.
Aunque el culto a los muertos se viene practicando desde el neolítico, al
menos dos aspectos destacan por su interés en los orígenes de la
respuesta a la pérdida de algo amado. El primero de ellos proviene de los
registros arqueológicos: el primer dato que ofrecen señalan la existencia de
prácticas del enterramiento, esto, al menos en parte, permite suponer la
conciencia de la muerte y el dolor por la pérdida de algo querido. El
segundo, mucho más tardío, proviene del desarrollo del concepto de
responsabilidad personal y la atribución de la conducta humana a cusas
totalmente internas.
A diferencia de los restos de los animales los seres humanos son los únicos
que tiende a enterrar sus difuntos. La inhumación puede hacerse en
tumbas, abiertas o cerradas, depositar el cuerpo en cuevas, plataformas,
canoas, arboles sagrados, lugares desiertos, cremarlos o momificarlos. De
la misma manera, cada determinada fecha se les recuerda, dependiendo
que día dejaron este mundo ya sea de manera privada, que solo estén las
personas cercanas al difunto o en forma pública que cualquier persona
pueda acceder a acompañar a los seres queridos del difunto.
Una de las formas en las que el ritual desaparece, sería porque ha fallecido
en guerras, epidemias o desastres naturales, no se puede brindar una
ceremonia o ritual para despedir a los seres queridos, ya sea porque no hay
el presupuesto necesario, son demasiadas personas fallecidas, o no hay el
suficiente lugar para enterrarlas.
Las razones para disponer de los cuerpos son, en principio la
descomposición de este que contamina el ambiente o puede llegar a
causarnos alguna enfermedad, cuando está en vista de todos. Un cadáver
tengamos en cuenta que es ausencia de vida, y es mediante el ritual con el
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4. que se pretende alejar ésta sensación de vacío, para que pueda ir al lugar
más querido por todos, que nunca llegaremos a conocer estando vivos sino
que hasta que dejamos de tener vida.
Nada tan doloroso como el reconocimiento de un cadáver. Resulta sencillo
si los familiares del muerto se encuentran cerca de él en su lecho de muerte
porque de esta manera podrán despedirse más sutil y podrán preparar el
cuerpo para velarlo, como vestirlo como deseen, cuáles eran las prendas
que más le gustaban al difunto o cosas que le hicieran sentir mejor para
acompañarlo hacia su camino.
Cuando se va acompañar a la familia de un difunto que significa “mi sentido
pésame”, ¿hay otra forma de expresarse en este momento tan difícil para la
familia? El pésame (me pesa) es una formula social para manifestar que se
acompaña a quien lo recibe en el dolor de su pérdida algunos creen que
estas fórmulas son inútiles y que no tienen validez porque al repetirse
dejaron de tener sentido. En parte tienen razón, pero no hay que olvidar que
son fórmulas, que se inventaron para salir del paso de decir cosas sin
sentido. En una situación tan extrema como la muerte muchas veces uno no
sabe que decir para dar consuelo al otro (que es de lo que se trata el
pésame, no de sentir el dolor del otro en carne propia sino de consolar) y
mejor decir, “te acompaño en tu dolor” “estoy contigo”. Es obvio que nadie
va a sentir lo que siente la familia pero quien ha estado en esos trances
sabe que el estar rodeado de la familia y los amigos verdaderos, de abrazos
y frases a morosas, por más hechas que sean, ayuda en algo a aminorar la
depresión de la pérdida.
Nada más melancólico que una tumba olvidada. Las lapidas sucias y llenas
de polvo de muchos cementerios contrastan con lo que muchos llaman el
panteón jardín. En México, la cultura no ha cambiado, se celebra cada año,
ofrendas y convivo alrededor de las tumbas, haciendo del panteón, un sitio
de alegría, de satisfacción al saber que nuestros seres que dejaron este
mundo puedan sentir nuestra presencia y nosotros la de ellos. Muchos han
escuchado esta frase, y los católicos la escuchan al menos una vez al año,
un día miércoles al que le llaman de ceniza, efectúan un rito donde le
sacerdote dibuja una cruz con cenizas a cada uno sobre su frente y le dice:
“acuérdate que polvo eres y en polvo te convertirás”. Nos damos cuenta de
la fragilidad del hombre, sino es por gracia de Dios no estuviéramos aquí y
desgraciadamente perdemos el tiempo en la vida volviéndola complicada.
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5. Las palabras del sacerdote al poner las cenizas son: “arrepiéntete y cree en
el evangelio”.
Sin entrar en mayor debate, quiero comentar lo importante que esta frase
puede ser para nuestra conciencia. La ceniza en todo ritual religioso, es
símbolo de muerte, es un recordatorio de que nuestro cuerpo es mortal,
pero no es necesario que hagamos rito alguno si hemos aprendido a estar
conscientes de quienes somos, y no solo recordarlo una vez al año.
Es necesario recordar a cada instante que nuestro cuerpo físico es mortal y
que no debemos estar aferrados a él, pero esto no significa que no
debamos preocuparnos por nuestra salud, por ejemplo, cuidarnos para
poder desempeñar nuestra misión en el planeta. Así que, sin menospreciar
al contexto bíblico, le doy a la frase argumentando y concluyendo en lo
siguiente:
“Debo recordar que mi cuerpo está echo de átomos, que mi cuerpo al morir
se descompondrá mediante procesos químicos. Debo recordar que yo no
soy mi cuerpo, que soy un ser enteramente divino. Por tanto, mi cuerpo
morirá, más no mi espíritu”.
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