En su libro "El Recurso de la Cultura", George Yúdice argumenta que la cultura se ha transformado en un recurso tanto para la política como para la economía. La cultura es utilizada y medida económicamente, insertándola en la globalización y haciéndola útil para la sociedad. Esto se refleja en programas culturales, desarrollo urbano y turismo. Gobiernos también usan la cultura para integrarse a la economía global, dejando de lado la riqueza nacional. El resultado es una "fuerza performativa"