La paz de Westfalia en 1648 marcó el fin de la hegemonía de la monarquía hispánica en Europa. Tras décadas de guerra, incluyendo la Guerra de los Treinta Años, España sufrió una serie de derrotas militares que debilitaron su poder. La paz reconoció la independencia de los Países Bajos y la pérdida de influencia española a favor de Francia. Aunque no terminó todas las disputas con Francia, la paz de los Pirineos en 1659 obligó a España a ceder territorios y