El signo lingüístico tiene 3 características principales: 1) Es la combinación indisoluble de un significante (forma sonora o escrita) y un significado (idea o concepto) dentro de la mente humana, 2) Está compuesto de unidades más pequeñas (monemas y fonemas) en una doble articulación, y 3) Su relación entre significante y significado es arbitraria y diferente en cada lengua.