Este documento describe el enfoque clásico de la administración científica propuesto por Frederick Winslow Taylor a comienzos del siglo XX. Taylor sentó las bases de la administración moderna al aplicar métodos científicos como la observación y medición para eliminar desperdicios, mejorar la eficiencia y elevar la productividad. El objetivo era lograr la máxima prosperidad tanto para los empleados como los empleadores a través de la armonía, la cooperación y el rendimiento óptimo.