El enlace metálico se produce por la interacción entre los iones positivos y la nube de electrones deslocalizados que viajan por todo el conglomerado atómico. Esta deslocalización de electrones confiere a los metales propiedades como su alta conductividad térmica y eléctrica, maleabilidad y ductilidad. Los electrones actúan como un lubricante que permite a los cationes moverse y cambiar de forma bajo presión.