Este documento discute los desafíos de la convivencia estudiantil debido a la segregación y la discriminación. Señala que los estudiantes a menudo se dividen en grupos basados en factores como la clase social, el color de piel y las apariencias físicas, en lugar de valorar las similitudes entre las personas. También critica la competencia entre las mujeres por quién es la más bella y popular. El autor argumenta que los trabajos grupales que requieren interactuar fuera de la escuela podrían ayudar a los estudiantes a conocerse