1. EL MAESTRO NUNCA DEJARA DE SER EL EJE DE LOS PROCESOS DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE<br />Ensayo redactado fundamentado en el artículo “los tutores en la educación a distancia. Un aporte teórico”<br />Módulo: Estrategias pedagógicas en ambientes virtuales de aprendizaje<br />Autores: Montero Alemán Rossana y Otero Pardo Hans<br />UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARIBE<br />Centro de estudios de posgrado<br />Maestría en Educación<br />Es el siglo XXI, generación y épocas de desarrollo tecnológico, avances científicos, cambios de valores entre otros muchos aspectos; en fin es un tiempo de eventos continuos y progresivos en los diferentes escenarios y roles en los que el ser humano se desenvuelve; así, la educación ha tenido transformaciones desde el quehacer cotidiano y tradicional, hasta los tipos de escenarios donde esta se lleva a cabo.<br />En este sentido, se ha desarrollado la educación a distancia como respuesta a necesidades de aprendizaje a diferentes clases de estudiantes en los que la presencia física por parte del docente no determina los resultados respecto a la educación presencial y/o tradicional. <br />La educación a distancia permite el ejercicio de una autonomía por parte del estudiante en el que de una manera u otra igualmente es responsable de su proceso de aprendizaje como todo estudiante inmerso en una comunidad educativa, pues lo único que varía inicialmente en el proceso son los aspectos de espacio y tiempo entre docentes y estudiantes.<br />Este tipo de educación es cada día proyectado por el uso de las TIC’S, (tecnologías de la información y la comunicación) además de los medios impresos; de hecho la inclusión de las tecnologías de la información y la comunicación es este tipo de educación es relevante a la hora de referirse a cobertura.<br />Por otra parte, la educación a distancia tiene presente las capacidades y posibilidades de cada estudiante y de esta manera fortalecer un aprendizaje independiente y flexible. <br />El proceso facilita una comunicación en dos direcciones docente –estudiante y de estudiantes entre sí, y en los que las herramientas tecnológicas son relevantes.<br />En todo esto, la autonomía del estudiante no significa que estará solo en la consecución del aprendizaje, sino que contará con apoyo de docentes o tutores que le guiaran, motivaran, facilitaran y evaluarán su desempeño, pues si bien es cierto que el docente no controla presencialmente si es quien planifica y orienta el proceso.<br />El tutor es quien fomenta y promueve el desarrollo del estudio en forma individual, siendo significativo este acercamiento respecto a la ayuda personal que se ofrece y su representación de la institución, además quien realiza las funciones tutoriales debe tener los conocimientos suficientes en las asignaturas que dirige y las variadas formas de tutorías.<br />Es importante que los tutores generen confianza con sus educandos estando en un continuo acompañamiento de sus avances, se hace necesario entonces, que los tutores sean empáticos, proactivos, buenos comunicadores, y manejo didáctico; estos pueden ser potencializados al momento de analizar las características de aprendizaje de los adultos, pues estos tienen característica diferentes dentro de la población educativa, enfocados en tres dimensiones a saber: Dimensión didáctica, Dimensión técnica y Dimensión psicoafectiva.<br />Cabe resaltar que el tutor tendrá la responsabilidad de que la orientación que realice contribuya a un adecuado aprendizaje integral, ejerciendo su desempeño desde una perspectiva de: Función orientadora, Función académica y Función institucional.<br />Si bien es cierto, que existen diferentes estilos de tutorías: Presencial, por correspondencia, telefónica y telemática, el hecho es que, aunque la distancia, la presencialidad o la virtualidad sean mecanismos de avances educativos en cualquier nivel, siempre habrá la necesidad de alguien que direccione u oriente los procesos de enseñanza aprendizaje independiente del nombre que amerite: Facilitador, tutor, instructor. En fin “El maestro nunca dejara de ser”.<br />