Krispy Kreme experimentó un rápido crecimiento inicial debido a la alta demanda de sus productos, pero la nueva administración se enfocó en maximizar las ganancias en lugar de administrar el negocio de manera sostenible. Esto llevó a una deuda excesiva y a promesas de crecimiento y dividendos que no se cumplieron, haciendo perder la confianza de los inversionistas. Para revertir la situación, se recomienda despedir al personal no calificado, realizar una auditoría completa, estudiar el mercado para adaptarse a