Finlandia ha tenido una reforma educativa sostenida durante más de 40 años que ha llevado a una educación pública y gratuita de alta calidad con pocos estudiantes por aula, mientras que Ecuador inició su reforma hace solo 3 años y su sistema sigue enfrentando desafíos como la falta de gratuidad total, alta población estudiantil por aula, y baja inversión en educación en comparación con Finlandia.