La eutanasia se define como la inducción de una muerte sin dolor para un paciente terminal. Existen diferentes tipos como la eutanasia voluntaria con consentimiento del paciente, la no voluntaria sin su consentimiento, la activa mediante acción que provoca la muerte, y la pasiva por omisión de tratamiento. Legalizar la eutanasia plantea dilemas éticos sobre si se debe respetar el derecho a una muerte digna o la inviolabilidad de la vida. No existe una solución general aceptada dado que cualquier decisión lesionará valores como la vida o la
2. La palabra eutanasia procede del griego (eu-
thanatos) y significa literalmente “buena muerte”.
Se ha definido como "una inducción de la muerte sin
dolor en interés del destinatario, que supone la
reducción de la vida de un enfermo terminal".
El elemento imprescindible que la define es:
Una actuación que se propone provocar la muerte,
la cuál se realiza con el fin de eliminar algún tipo de
sufrimiento en la persona que muere.
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4. Es la que se lleva a cabo con consentimiento del paciente.
5. También llamada cacotanasia o coactiva, es la practicada contra la
voluntad del paciente, que manifiesta su deseo de no morir.
6. Es la que se practica no constando el consentimiento del paciente,
que no puede manifestar ningún deseo, como sucede en casos de
niños y pacientes que no han expresado directamente su
consentimiento informado.
7. Es la que mediante una acción positiva provoca la muerte del
paciente.
8. Es cuando se deja morir intencionadamente al paciente por omisión
de cuidados o tratamientos que están indicados y son
proporcionados.
9. También es llamado distanasia u obstinación o ensañamiento
terapéutico. La práctica, contraria a la deontología médica, de aplicar
tratamientos inútiles o, si son útiles, desproporcionadamente
molestos para el resultado que se espera de ellos.
10. Es el permitir que la muerte natural llegue en enfermedades
incurables y terminales, tratándolas con los máximos tratamientos
paliativos para evitar sufrimientos, recurriendo a medidas razonables.
11.
12. En relación con este tema, y de los muchos dilemas morales de cuya resolución
depende la caracterización moral de la eutanasia, uno de ellos consiste en el
cambio de paradigma de santidad de la vida, es decir, frente a la consideración de
la vida como algo santo, tenemos la consideración de que la vida vale en función
del valor que tenga para cada persona. Desde un punto de vista estrictamente
ético, la cuestión fundamental es el conflicto de valores morales que subyace a la
cuestión de la eutanasia, un conflicto entre el valor de la vida y el valor del morir.
¿Tiene el paciente el derecho a "morir dignamente" o, por el contrario, la vida es
un valor moral que ha de ser respetado por encima de todo? El primer valor moral
nos conduciría a la antidistanasia, mientras que el segundo valor moral nos
llevaría a la distanasia.
13. a) La sacralidad de la vida: Expone que la vida humana tiene una
importancia muy particular y su disposición está fuera del alcance
del domino del hombre, incluso para muchas personas que no se
reconocen en una determinada religión.
14. b) La dignidad humana: Este concepto, como el anterior, puede
tener una base religiosa (la dignidad de la vida humana se apoya
para los cristianos en que el hombre es imagen y semejanza de
Dios, y está llamado a participar de la vida divina por toda la
eternidad), o filosófica (para Kant la persona posee no un precio,
sino una dignidad).
15. Para la medicina se trata de un tipo de comportamiento que contrasta fuertemente
con las bases teóricas que sostienen la actuación médica. Entre los diversos campos
que se podrían señalar aquí se presentan sólo dos:
1. ¿Qué significado médico tiene la petición eutanásica y cómo afrontarla?
El deseo de morir, la petición de anticipar la muerte y el intento de suicidio, son
fenómenos con los que la medicina se ha encontrado desde sus orígenes.
Generalmente se han considerado como síntomas de alguna patología, en la mayor
parte de los casos de tipo depresivo.
16. 2. ¿Qué supone para la relación médico-paciente la posibilidad de la
eutanasia?
Si la cuestión anterior es importante, y no fácil de resolver para la epistemología
médica, quizá más problemática aún sea la posibilidad de conceder al médico,
entre sus opciones terapéuticas, la de acabar intencionalmente con la vida de
algunos pacientes. Esta posibilidad, se quiera o no, cambia al médico y cambia la
relación médico-paciente.
Ciertamente los que proponen la eutanasia piensan siempre en una eutanasia
voluntaria.
La finalidad de la eutanasia no es anticipar la muerte, sino poner al paciente en
un estado de inconsciencia que le evite el sufrimiento causado por algunos
síntomas refractarios, que no es posible superar de otro modo.
17.
18. Preciso recordar que en la jurisprudencia comparada, especialmente en la
norteamericana, uno de los elementos considerados para superar la
autonomía de quien se niega a un determinado tratamiento médico es,
precisamente, la intención suicida, que nunca es amparada, aunque no se
sancione, por el ordenamiento.
El supuesto derecho a la muerte digna enmascara, en
nombre de una posición parcial sobre la autonomía del
paciente, la realidad jurídica de la eutanasia.
19. La desprotección de la vida humana más dependiente, en sus fases terminales,
supone la imposición de una moral radical que contradice la tradición de
protección jurídica de nuestros ordenamientos. Además, otorga el poder a la
administración sanitaria, y al médico concreto, para infringir esta tradicional
protección jurídica de la vida, precisamente en su fase más dependiente y
vulnerable.
20. Desde el punto de vista de la vida social,
la inmoralidad intrínseca de la eutanasia
compromete la vida común, ya que el
hecho mismo de quitarle la vida a
alguien, aunque sea a petición suya, es
inaceptable y tendría consecuencias
terribles.
21. El principal argumento a favor de la despenalización y de la legalización de la
eutanasia se basa en la autodeterminación de los ciudadanos libres. No se
trata de imponer nada a nadie, sino de permitir que cada uno pueda escoger
según su conciencia.
Sin embargo, el admitir un “derecho a morir” en un determinado momento, y
de un cierto modo, significa exigir al Estado, y a otros miembros de la
comunidad, el “deber” de secundar esos deseos, pues cuando se habla de
eutanasia o suicidio asistido, se está implicando junto al interesado a otras
personas; en este caso, generalmente, del ámbito médico.
22. El principal argumento en contra de la despenalización (o
legalización) de la eutanasia es el criterio ya mencionado de la
inviolabilidad de la vida humana. Una sociedad no debería permitir
que sea posible que una categoría de personas pueda decidir sobre
la vida o la muerte de otras, por muchas condiciones que se
prevean para evitar abusos.
23. Todo ser humano posee una dignidad intrínseca e inviolable,
que no es susceptible de gradaciones, y que es universal e
independiente de la situación de edad, salud o autonomía que
se posea.
Esa dignidad es inherente a toda vida humana, le confiere el
derecho irrenunciable a la vida y es un deber inexcusable del
Estado protegerla, incluso cuando la persona, su titular, pueda
no valorarla.
Se trata de un problema que no tiene una solución general, es
un dilema moral, lo cual implica necesariamente, que cualquier
decisión que se tome, o posición que se adopte, tendrá como
resultado la lesión de algún valor, ya sea la vida o la autonomía.
Es por eso que este tema, al igual que el aborto por ejemplo, es
tan complejo de tratar, es un asunto que tendrá siempre
opiniones encontradas, y que se deberá de ver desde una
perspectiva. Aquí entra la ética, la moral y las creencias que ésta
profese.
24. Facultad de Contaduría y Administración
Extensión Delicias
Tecnologías y Manejo de la Información
DN7
CATEDRÁTICO
M.A JOSÉ LUIS LEGARRETA GONZÁLEZ
ALUMNO
MARIO FABIÁN ÁVILA GRANADOS