Las primeras viviendas humanas fueron cuevas naturales. A lo largo de la historia, las casas evolucionaron de ser refugios de huesos, pieles y ramas a construcciones de ladrillo, piedra y madera. En la actualidad, las casas modernas son estructuras cuadradas de vidrio, acero y concreto que cuentan con servicios como agua corriente, electricidad e iluminación.