La autora describe su experiencia viviendo en Tailandia como misionera cristiana. Expresa que ha aprendido a escuchar las tradiciones religiosas de los tailandeses, como el budismo, y a comprender su perspectiva desde la humildad. También ha aprendido a valorar la importancia de la formación cultural para evangelizar de manera respetuosa en un contexto no cristiano. Su fe en Jesús se ha fortalecido al compartir la vida con personas de otras religiones en Tailandia.