Este documento discute el concepto de muerte digna y eutanasia. Argumenta que gracias a la medicina paliativa se puede mejorar la calidad de vida de pacientes terminales y aliviar su sufrimiento sin recurrir a la eutanasia. Si bien se reconoce el derecho a una muerte digna, también se señala que la eutanasia va en contra de la ética médica. El documento concluye afirmando que la buena muerte de hoy es aquella que ocurre sin dolor ni sufrimiento gracias a los cuidados paliativos.