Resumen. La universidad en su compromiso de responder al entorno desde la generación y transferencia de conocimiento como producto de su comunidad académica y científica, incrementa su deuda social en el siglo XXI ante la carencia de formación del hombre, creativo e innovador, capaz de comprender las interdependencias e interrelaciones propias de los fenómenos emergentes en una realidad sociocultural cada vez menos predecible y más incierta. Ensimismado en el cumplimiento de objetivos jerárquicos que permiten la acumulación sistemática de conocimiento propios de cultura moderna, el currículo de la educación superior mantiene su arraigo a las estructuras hegemónicas de un proyecto dominante que privilegia la transmisión de datos centrada en la aplicación del método lineal que enseña la reproducción de saberes obviando la naturaleza reflexiva y dialógica del hombre como sujeto humano de pensamiento heurístico, hermenéutico y holístico. El artículo tiene como propósito hacer una revisión de la vinculación de la cultura posmoderna y la pedagogía emergente como eje para la formación de profesionales emprendedores en educación superior considerando el currículo como objeto de estudio.