Existen cuatro formas de organización empresarial: empresa individual de responsabilidad limitada, sociedad comercial de responsabilidad limitada, sociedad anónima cerrada y sociedad anónima. Estas formas colectivas protegen a los socios de las deudas de la empresa y permiten elegir entre unidad de mando o flexibilidad para reaccionar rápidamente a cambios de mercado, aunque implican más regulaciones que seguir.