Este documento presenta dos argumentos opuestos sobre si cada nación debe tener personal militar para mantener el orden público y la seguridad. El primer argumento afirma que esto es necesario para proteger a los ciudadanos, mientras que el segundo argumento sostiene que no es necesario ni práctico mantener dicho personal y que no tener fuerzas militares internas no significa debilidad. El documento luego pide al lector que determine cuál de los dos argumentos es más convincente.