No es un secreto. Basta ver las evidencias en la cantidad de alumnos por género, tanto en la formación de pregrado como de postgrado. Las mujeres son una aplastante mayoría en la carrera de Comunicación. Aquí aportamos una explicación.
2. No es un secreto. Basta ver las evidencias en la cantidad de
alumnos por género, tanto en la formación de pregrado como
de postgrado. Las mujeres son una aplastante mayoría en la
carrera de Comunicación. Aquí aportamos una explicación.
3. Esto plantea unas cuestiones que van más allá de la simple
curiosidad estadística: ¿por qué en las tres últimas décadas las
mujeres se han volcado hacia los estudios de comunicación?
¿Son las mejor dispuestas para esta carrera? ¿Qué nos dice la
realidad del mercado? Vamos a ensayar algunas respuestas,
enfocándolas desde tres perspectivas: la disposición natural;
el marco social y demográfico; y la evolución del mercado.
4. 1.- La disposición natural: emociones y empatía
Muchos estudios neuro-científicos indican que la mujer
emplea de modo diferente al varón sus hemisferios
cerebrales. De hecho, la mujer destaca en la forma cómo
procesa las emociones, y en su capacidad para desarrollar la
empatía, especialmente la empatía emocional ¹. Siendo la
comunicación una actividad que demanda entender al otro,
es claro que quien comprende mejor al otro, regula su
mensaje y enfoca mejor los efectos deseados.
Como se sabe, desde que el ser humano habitó las cavernas,
la evolución ha hecho que las tareas de la pareja se
especialicen. De modo genérico, el varón buscaba la comida y
exploraba, y la mujer criaba a los hijos. Recordemos que ser
responsable de una vida no es poca cosa. Las madres han
hiper-desarrollado la habilidad para leer señales y entender el
mínimo balbuceo de sus bebés.
5. Quizá eso ha facilitado que la mujer tenga un mayor
desarrollo de las áreas cerebrales donde se produce el
lenguaje. En la edad escolar las niñas suelen ser muy
aprovechadas en la velocidad de lectura, la interpretación de
textos, así como en la redacción creativa. Según expertos, las
mujeres emplean ambos hemisferios cerebrales para la
lectura, de ahí que no tengan mucho problema con la
gramática y la ortografía.
Pero, además, debido a esa habilidad para captar matices
emocionales, las mujeres suelen tener una mejor capacidad
para relacionarse y para atender varias cosas a la vez.
6. 2.- El marco social y demográfico
A comienzos de la década de los 90, visité una universidad
colombiana y me llamó la atención ese fenómeno que hoy
describo: las mujeres habían hecho de la carrera de
Comunicación, su preferida. Cuando indagué al respecto, se
me explicó que buena parte se debería a que las jóvenes
aspiraban a seguir los “arquetipos exitosos”; puntualmente las
mujeres guapas e inteligentes se habían convertido en
reporteras de televisión o en conductoras de programas a
través de los medios.
Subyacía la idea de que Comunicación era una carrera
relativamente fácil; así que en lugar de estudiar para maestra
de colegio o enfermería, Comunicación les daba un mejor
estatus social, aunque después nunca ejercieran la profesión.
7. Con el tiempo, la mujer ha venido a revindicar su derecho a
no ser solamente una madre de familia sino una
profesional. Y posiblemente empezó por copar carreras que
le eran accesibles y que le permitieran ganar los espacios
como propios o mixtos; así como empezó a fumar y a conducir
vehículos, que eran actividades naturalmente varoniles.
Puede que haya algo de eso, hasta ahora. Las actividades de
comunicación y las llamadas Relaciones Públicas encajan bien
con la aptitud de las mujeres para establecer relaciones o
coordinar eventos. Pero no parece que el status social y la
baja complejidad sean determinantes en la carrera en estos
días. De hecho, la Comunicación se ha complejizado mucho,
basta revisar el modelo del DirCom que postula un estratega
esencial en las organizaciones.
8. El otro aspecto es que, en el Perú la mitad de la población es
de género femenino. Proporcionalmente, los jóvenes que
estudian carreras profesionales, deberían repartirse más o
menos en ese mismo rango. Sin embargo, hay actividades en
las que el varón es mayoritario; por ejemplo en todas las
ingenierías y específicamente en el sector minero, donde
menos del 10% de la fuerza laboral minera es femenina.
De modo que no debería llamar a extrañeza que las mujeres
sean mayoritarias en actividades en las que el espacio les es
más propicio. Por ejemplo, van incrementando su
participación en Derecho y están cubriendo la mayoría de
plazas de Fiscales.
9. 3.-La evolución del Mercado
La comunicación, en términos de actividad profesional, ya no
es sinónimo de prensa. Se ha acrecentado y absorbe una
mayor complejidad. En esta evolución la mujer ha pasado de
ser relacionista, periodista o presentadora, a ser ejecutiva de
cuentas publicitarias, consultora de comunicación,
organizadora de eventos BTL, conductora de actividades de
RSE, y especialmente jefe de marketing, gestora de
contenidos digitales, o responsable de Comunicación Interna.
Todas esas actividades encajan con su disposición natural y
con las tendencias globales en las que la mujer ha hallado
nichos de desempeño. Sin embargo, hay que presumir que en
muchos de esos campos, las empresas optan por contratarlas
no siempre en cargos de alta responsabilidad y
jerarquía. Detrás de esto asoman los temas de desconfianza
sobre su potencial y la usual discriminación en el nivel de
remuneraciones. Lamentablemente hay inequidad pues,
como en el cine, los actores siempre ganan más que las
actrices.
10. Es notorio que en la mayoría de las grandes organizaciones,
los hombres ocupan los principales cargos directivos de
comunicación, relaciones institucionales o
marketing. Presumimos que no se trata solo de
discriminación de género, sino de competencia. Hasta ahora
–y por poco tiempo– hay más profesionales varones con
mejor trayectoria y preparación académica para asumir esas
tareas.
Hay que sopesar que las organizaciones, independientemente
de su género, requieren personas que sean líderes y que
sepan tomar decisiones y ejecutarlas, además de conocer su
campo profesional.
En la Escuela de Postgrado GERENS, estamos observando la
misma tendencia: las mujeres buscan capacitarse con mayor
demanda en temas de Comunicación e Imagen. No es nada
raro. Nuestro Programa, brinda una cobertura a los flancos
que todo ejecutivo o aspirante a directivo debe satisfacer:
visión estratégica, liderazgo, gestión de objetivos; además de
un conocimiento más amplio sobre los procesos de la
comunicación y sus resultados, en términos de imagen, marca
y cultura.
11. Así pues, parece que la mujer comunicadora es consciente de
que, si desea llegar más alto en las organizaciones, tiene que
prepararse y debe ser no solo una buena profesional sino una
ejecutiva competente, que atienda, tanto lo global como la
inextricable realidad de las personas.
Hay más mujeres en comunicación porque tienen una aptitud
natural, porque se preocupan por capacitarse y porque están
legitimándose en el mercado. No pasará mucho tiempo, antes
de que estén en condiciones de asumir muchos de los cargos
directivos de la especialidad.
[¹] Fuentes: Facundo Manés, Usar el Cerebro, Ed. Diana,
Argentina, 2014; Néstor Braidot, Sácale Partido a tu Cerebro,
Granica, Mexico, 2011; Carlos Oviedo, Organizaciones Espejo,
GERENS, Lima, 2014.