La guerra civil española finalizó con la toma de Cataluña y Madrid por los nacionalistas de Franco en 1938-1939. La zona republicana sufrió falta de liderazgo y división ideológica entre las izquierdas. Alemania e Italia apoyaron militar y diplomáticamente a los nacionalistas, mientras que la Unión Soviética y brigadas internacionales ayudaron a los republicanos. El resultado fue un gran desastre demográfico y económico para España y el establecimiento de una dictadura autoritaria franquista.