Este documento resume los principales personajes de la Ilíada y la Odisea de Homero. Describe como Aquiles representa el ideal del héroe que lucha por gloria personal, mientras Héctor encarna el deber hacia la ciudad y familia. También analiza personajes femeninos como Penélope que demuestra astucia e inteligencia, y Helena cuya belleza la lleva a causar la guerra de Troya a pesar de lamentarlo. Finalmente, resalta la habilidad de Homero para describir paisajes y vida cotidiana a través de sí
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Heroes de Homero
1. Los héroes de Homero
Personajes
de la Ilíada y la Odisea
2. El espíritu heroico es el rasgo más sobresaliente de la Ilíada. Las leyendas de los
héroes míticos pervivían en la tradición aristocrática del ambiente para el que el
poema parece compuesto. Los guerreros del poema pertenecen a la alta nobleza,
para la cual la mayor gloria es la victoria en combate. Los tipos de la Ilíada presentan
grandiosos caracteres de semidioses.
3. Los tipos de la Ilíada presentan grandiosos caracteres de semidioses, aunque el poeta
desarrolle la evolución y las reacciones de sus afectos y de sus pasiones. En la
Odisea hallamos una mesura humanísima en los tipos principales, como una cierta
obligación de concentrar su atención en los personajes nobles o de regia estirpe. Son
pocos los personajes de origen humilde (incluso Eumeo, porquerizo de Ulises, resulta
ser un príncipe secuestrado en su infancia). A los personajes que no son de noble
origen los trata con un poco de desprecio: son ordinarios e incluso feos. La valía de
los esclavos se mide por su lealtad con sus amos: Así se ensalza a Eumeo y a la
nodriza Euriclea, que estuvo siempre del lado de Penélope.
4. El interés primordial se centra en reyes y príncipes. Héroes tales han de presentarse
en todo el mérito de sus proezas, bien adornados de cualidades físicas, morales e
intelectuales. Realizan grandes hechos de armas que Homero cuenta con toda
minuciosidad para recreo de su auditorio, que sin duda apreciaba los detalles, sobre
todo tratándose de combates singulares entre los héroes principales. Generosidad,
cortesía y lealtad son virtudes que tampoco les faltan. Gusta también Homero de
describir sus posesiones, el lujo y el ornato de sus estancias y sus fiestas, los
rebaños de vacas y cerdos, y por supuesto los caballos. Se expresan los héroes
homéricos no solo con sabiduría, sino también con elocuencia.
5. Si la Ilíada es un poema de heroicos guerreros, la Odisea lo es de experimentados
marineros. Aquí la epopeya de las sangrientas batallas se convierte en la novela de las
aventuras y peripecias por las islas mediterráneas. Persisten el fondo legendario y la
participación de los dioses en la acción, pero se introduce un elemento nuevo y
peculiar: la tradición marinera. Los antiguos navegantes, principalmente los fenicios,
habían recogido en todo el Mediterráneo una serie de leyendas relacionadas con
accidentes naturales y particularidades de lejanas playas, y así se habían divulgado no
tan solo nuevos mitos, sino toda una representación maravillosa del mar, con sus
peligros y sus portentos, tal vez con la solapada intención de evitar que otros
navegantes les hicieran la competencia en viajes de índole mercantil.
6. Ulises:
Inteligencia
La astucia de Ulises es el arma que le permite salir de los atolladeros en que
continuamente se ve enredado.
7. Desde luego, no hay profundización psicológica, pero se hace innecesaria ante unos
personajes de imponente personalidad. Sus acciones retratan y son consecuencia de
esta personalidad. La cólera de Aquiles, que da comienzo a la Ilíada, es resultado de
su altanería y arrogancia, que hace de él un hombre más feroz y terrible que
ninguno.
Aquiles:
Valor y orgullo
8. Héctor es tan esforzado guerrero como amoroso marido y padre.
Héctor:
Valor y ternura
9. Homero dispone a sus personajes en llamativos contrastes. El más significativo es el
de los dos héroes de la Iliada. Son realmente dos tipos de hombría heroica. Aquiles
representa al héroe absoluto, que combate por su propia gloria. Tiene sin duda
afectos humanos, especialmente hacia su amigo Patroclo, y cálidos sentimientos de
camaradería hacia sus compañeros. Pero a pesar de estos vínculos permanece
solitario y autárquico. Su anciano padre está muy lejos y su madre es una diosa.
Héctor resulta completamente distinto. También es un soldado audaz y emprendedor,
pero encarna no solo el espíritu de Troya, sino la propia existencia de esta. Tiene una
faceta entrañablemente humana cuando consuela a su esposa o juega con su hijo.
Sabe que Aquiles le matará, pero lucha con él, y con su muerte parece derrumbarse
Troya. Si Aquiles representa el ideal puro del heroísmo, Héctor representa una visión
nueva del mismo, vinculado al deber del individuo para con su ciudad y su familia.
10. Tienen también un interés peculiar los afectos
que se describen. Entre Aquiles y Patroclo hay
una noble amistad, un amor basado en la
completa identidad de ambiciones y de metas.
El amor pasional se considera una fuerza
peligrosa y destructiva: Homero hace lamentar
a Helena su destino, que tantos sufrimientos
causa, y hace condenar a hombres y dioses el
destructivo amor de Egisto y Clitemnestra. Por
el contrario, describe con honda simpatía los
afectos hogareños: Héctor y Andrómaca están
completamente enamorados uno de otro; el
amor de Ulises y Penélope es menos
absorbente, pero son más viejos, y no
olvidemos que Ulises prefiere su esposa
ausente a Calipso y a la inmortalidad, mientras
que es proverbial aún hoy la fidelidad de
Penélope.
11. En cuanto a las mujeres, el problema es distinto, ya que sus caracteres no están
diseñados de antemano. A Penélope se la hubiera podido describir simplemente como
víctima oprimida. Pero la astucia que demuestra al tejer y destejer su tapiz se
evidencia también en sus demás actuaciones. Es cautelosa y precavida, incluso en el
momento de reconocer a su marido. Y tampoco carece de valor. Aunque está en
realidad a merced de sus pretendientes, logra cohibirles cuando aparece ante ellos, y
no podemos menos que admirar su habilidad para manejarse en esa situación
insostenible.
12. La descripción de Helena implicaba también dificultades. La hubiera podido
presentar Homero como simplemente mala. Pero no es así. Nos da a entender que es
prácticamente imposible dejar de luchar por una mujer como ella, tal es su belleza. Si
accede a dormir con su raptor, Paris, es por imperativo de Afrodita. Llora con
verdadero sentimiento la muerte de Héctor, y siempre lamenta ser la causa de tantos
males.
13.
14. Llama también la atención la naturalidad con que se comporta Nausícaa al descubrir
al náufrago Odiseo desnudo y cubierto de sal en la playa. Su actitud, al dirigirse a él
con sosiego y dignidad, revela su exquisita educación y regia estirpe.
15. Andrómaca es la amante esposa que se convierte en abatida viuda al descubrir que
han matado a su marido, Héctor, y resulta conmovedora en todo momento.
16. Homero centra en todo momento su mundo en el hombre, reduciendo incluso los
monstruos a algo parecido a su imagen. En la Odisea los monstruos intervienen
profusamente. Rara vez se complace Homero en describir sus deformidades. A
Polifemo se le retrata en cambio desde todos los ángulos, como una representación
odiosa y bestial.
17. Circe y Calipso, en cambio, que fueron en su día unas perfectísimas brujas, tienen un
tratamiento muy diferente. La primera convierte a los hombres en bestias, y así lo
hace con los compañeros de Ulises, pero termina siendo su aliada. Calipso, la
''Ocultadora'', que esconde a sus víctimas en una cueva, aparece como una diosa
enamorada de Ulises, al que quiere otorgar el don de la inmortalidad.
18. Las líneas fundamentales del relato se basan desde luego en los grandes de la tierra,
tal como la tradición exigía, pero no significa esto que Homero no preste atención a
sus pobladores más humildes. Homero les busca un lugar secundario que revela sus
simpatías y deja entrever el mundo en el que él mismo vivía. Por ejemplo, al describir
el maravilloso escudo que Hefesto forja para Aquiles, refiere que en él había
grabadas múltiples escenas. El tema principal es el contraste entre una ciudad en
guerra y una ciudad en paz. En esta última aparecen temas cotidianos como litigios,
trabajos del campo, incluso una danza de muchachos y muchachas y un cortejo
nupcial.
Reconstrucción del escudo de Aquiles
19. Para tratar la vida humilde dispone también Homero del arte tradicional del símil. El
símil, aparte de relajar la tensión de la narración, sirve para tocar temas de la vida
corriente: unos muchachos golpean a un asno que ha irrumpido en un trigal; una
mujer trabaja con su rueca para sacar a sus hijos de la miseria; unos hijos sienten
alivio al ver que su padre se recupera de una penosa enfermedad; un viajero se
detiene en un cruce de caminos duda de la dirección a seguir... Homero elabora
escenas con detalles adicionales no siempre pertinentes, pero que suponen
incursiones breves en otros planos de la realidad y demuestran que las grandes
acciones no son lo único que importa.
20. En su manera de tratar a los personajes principales Homero muestra tener una
sensibilidad especial que muchas veces le conduce a variar los acontecimientos de la
leyenda tradicional. La tradición probablemente incluiría que Aquiles, después de dar
muerte a Héctor, mutilaba su cadáver en señal de victoria. Pero Aquiles se deja
conmover por las razones del anciano padre de Héctor y le devuelve el cadáver. La
historia que comenzó con la cólera de Aquiles termina con el apaciguamiento de esta.
21. Ulises encuentra a su esposa asediada por los pretendientes que, mientras la
cortejan, devoran su hacienda. Eso hubiera bastado para justificar la venganza que
Ulises se toma sobre ellos. Pero Homero se esfuerza por hacerles merecer su fin. Los
muestra como individuos indeseables, generación grosera que ha crecido en casa
mientras la flor y la nata luchaba en la guerra de Troya, hombres sin talla heroica que
insultan a Telémaco, maltratan a los esclavos de Ulises y duermen con sus siervas.
Cierto que mantienen un cierto respeto hacia Penélope, debido al deseo de casarse
con ella y que es ella la que ha de elegir. Pero lo que los hace definitivamente odiosos
es su plan para eliminar a Telémaco, temiendo que parta en busca de ayuda. no
podemos menos que alegrarnos cuando Ulises acaba con semejante chusma.
22. Aun en un segundo plano, el paisaje es un personaje importante en la epopeya
homérica. Cuenta con el espacio suficiente como para resultar perfectamente real.
Con respecto a Troya y su llanura, aun cuando Homero utiliza los epítetos antiguos,
los detalles que da el paisaje circundante evidencian una contemplación directa. Con
respecto a Ítaca hay errores, pero da una descripción real de una isla con su pequeña
ciudad, sus ensenadas, cuevas, etc. Tiene un perfecto conocimiento del mar, como
todos los griegos. A veces se complace en inventar el escenario, como en el caso de la
cueva de Calipso, con sus enredaderas en la entrada, y junto a ella cuatro arroyuelos
entre praderas donde crece las violetas y el perejil. En sus símiles abundan
descripciones de paisajes silvestres con detalles como una amapola arrancada por la
lluvia, las estrellas en torno a la luna en una noche sin viento, la nieve que llega con
el cierzo, el viento que bate en el bosque...
23. Presentación elaborada por el
Departamento de Lenguas Clásicas
IES Azahar, Sevilla
Web: Lais en Atenas
Imágenes de Wikimedia Commons
Textos de Lais en Atenas