El Banco de Avío fue creado en 1830 por Bustamante y Alamán con el propósito de modernizar la industria textil de México mediante la introducción de maquinaria y tecnología europeas, pero no tuvo el éxito esperado. Fue clausurado por decreto del general Antonio López de Santa Anna en 1842 después de funcionar durante 12 años para sustentar iniciativas económicas y políticas en México.