La citología cervical es una prueba que examina células del cuello uterino para detectar cáncer de cuello uterino o lesiones precancerosas de forma temprana, lo que permite un tratamiento más efectivo. Se recomienda comenzar las citologías a los 21-25 años o tres años después del inicio de las relaciones sexuales, y repetirlas cada tres años. Las citologías no son necesarias en mujeres menores de 21-25 años, mujeres que no han tenido relaciones sexuales, o mujeres mayores de 65-70 años con resultados normales recientes.