La incubación de un huevo dura aproximadamente 21 días, durante los cuales la gallina o una incubadora proporcionan calor, humedad y voltean frecuentemente el huevo. Después de los 21 días, el pollito estará formado correctamente y romperá el cascarón desde adentro con su pico. Cuando sale del huevo, el pollito mojado necesita el calor de su madre para secarse y aprender de ella cómo cuidarse a sí mismo.